Aseguradoras demasiado fragmentadas
Los expertos esperan fusiones entre las más de 300 compañías del mercado español
El proceso de concentración protagonizado por las aseguradoras en los últimos años no ha acabado con la proliferación de compañías en España. Las nuevas exigencias de recursos propios que estudia implantar la UE colocan al sector en una encrucijada. Los expertos vaticinan que las fusiones continuarán, porque un grupo de compañías pequeñas no podrá acudir a la ampliación de capital o al endeudamiento para cumplir la nueva normativa. Y es que España dispone de más aseguradoras que bancos y cajas juntos.
El número de empresas presentes en el sector español se ha reducido en más de 200 en los últimos diez años
España cuenta con un grado de concentración menor al de otros países europeos como Francia, Italia y Alemania
En España existe la friolera de 339 compañías de seguros. Y eso que en el último decenio se ha producido una reducción de 206 empresas. Aun así, la Dirección General de Seguros tiene registradas 749 compañías, entre aseguradoras y reaseguradoras.
"El sector ha demostrado un gran dinamismo en la última década", comenta Vicente Tardío, vicepresidente y consejero delegado de Allianz Seguros. "Se ha hecho un gran esfuerzo de mejora de la eficiencia. El ratio de gastos de algunas de las compañías líderes de nuestro mercado es mejor que el de otras de volumen muy superior en Europa y en el resto del mundo".
Demasiadas compañías, en cualquier caso, para no pensar que algo tiene que ocurrir. "El número total de entidades sigue siendo excesivo y la consolidación seguirá avanzando, aunque en la actualidad podamos presuponer una cierta calma", asegura Tardío.
Las cifras arrojan conclusiones incontestables. Los cinco mayores grupos aseguradores de España sólo manejan el 33,69% de los ingresos por primas del sector, según los datos de Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (Icea) correspondientes al año pasado. Los diez mayores grupos apenas alcanzan el 51,28% de la cuota de mercado.
Lejos de Europa
El grado de integración en España se encuentra muy por debajo del que existe en Europa. "En los principales países europeos, el nivel de concentración es bastante superior. Los cinco primeros grupos representan el 48% en el mercado francés, y casi el 70% en Suiza y Austria", comenta un portavoz del grupo Generali en España. La propia Dirección General de Seguros ha destacado el hecho de que un pequeño volumen de primas se encuentra repartido en un elevado número de entidades, muchas de las cuales se dedican a actividades especializadas en determinado tipo de pólizas o cuya presencia sólo tiene un carácter local.
"Es un tema ligado a la historia del seguro en nuestro país", asegura José Cela Martínez, consejero delegado de Zurich España. "No hay que olvidar que en España existe un gran número de mutuas regionales o sectoriales especializadas, con mutualistas muy fieles y no sujetas a la presión del accionista. Esto permite que el sector se mantenga con una cifra de resultados aceptable que permite su continuidad", asevera.
En la búsqueda de una mayor eficiencia, a base de reducción de costes y distribución de las pólizas en más puntos de venta, ha habido aseguradoras que han optado porque los bancos coloquen seguros. Los dos ejemplos más significativos de lo que se denomina bancaseguros han sido los protagonizados por Allianz y el Banco Popular, y por Mapfre y Caja Madrid. Allianz es propietaria del cuarto banco alemán, el Dresdner, y dispone del 9,9% del Banco Popular según esta alianza. Mapfre, por su parte, utilizó el Banco Mapfre como intercambio de cromos en su alianza con Caja Madrid, que tiene el 49% la entidad financiera. Las aseguradoras han visto que las 15.000 sucursales de que dispone la banca constituyen una tupida red para la venta de sus productos, que no exige elevados gastos de establecimiento y reduce al mínimo el riesgo de fracaso. El camino de la joint venture (acuerdo de colaboración con intercambio de capital), a pesar de su aparente éxito, no ha contado con un seguimiento masivo.
Javier de Antonio, director general de Winterthur Vida y Winterthur Pensiones, apunta varios factores. "En las primeras posiciones de la clasificación española existe un predominio de compañías de capital extranjero. Además, los principales bancos y cajas disponen de su propia entidad aseguradora, sobre todo de vida, y distribuyen los productos de no vida a través de acuerdos de colaboración con entidades externas".
Un nuevo factor va a impulsar nuevas fusiones y alianzas en el sector seguros. Dentro de unos años se implantará una batería de nuevas normas sobre supervisión financiera para las aseguradoras, en la culminación de un proyecto iniciado por la Unión Europea. La Dirección General de Seguros y la patronal Unespa coinciden en que Solvencia II supondrá un impulso a la concentración del sector. Las aseguradoras necesitarán reforzar sus recursos y no todas podrán acudir a la ampliación de capital o a la apelación a los mercados de deuda para solventar esta necesidad. "En principio, las nuevas normas deben acentuar la concentración. Pero es un proceso que se viene produciendo muy lentamente desde hace años", señala Alberto Manzano, vicepresidente de Mapfre.
El ruido de fusiones, por uno u otro motivo, sigue vivo. "El proceso de concentración podría seguir en los próximos años mediante la gradual absorción de entidades de tamaño pequeño por parte de grupos grandes o medianos. Movimientos más relevantes dependerán del contexto internacional", asegura el portavoz de Generali.
"El número total de compañías aún parece excesivo. En un futuro no muy lejano, no deberían descartarse grandes operaciones, con un efecto importante en el mercado español", indica Vicente Tardío.
La banca como alternativa
La alianza entre Mapfre y Caja Madrid dio un vuelco al panorama del sector de seguros en España. "La experiencia ha sido muy positiva, como muestran los resultados que están obteniendo las entidades de propiedad compartida integradas en el holding Mapfre-Caja Madrid", indica Alberto Manzano, vicepresidente de Mapfre.
La mayoría de los grandes grupos aseguradores ha suscrito acuerdos de distribución de sus productos. Las actividades de bancaseguros constituyen el principal negocio para algunos de estos grupos, mientras para otros se trata de un complemento de su actividad de venta tradicional de productos.
"En España, en términos de volúmenes gestionados, la banca tiene una dimensión muy superior. En otros mercados como el alemán, la fragmentación bancaria y la propia dimensión del seguro han permitido que los grandes grupos de ambos sectores sean mucho más equiparables", comenta Vicente Tardío, vicepresidente y consejero delegado de Allianz Seguros.
El efecto de Solvencia II
El proyecto de regulación europea Solvencia II incluye exigencias de recursos propios, más rigurosas según el perfil de riesgo de cada aseguradora, y un cambio en los procesos de supervisión para anticiparse y evitar situaciones de crisis.
La iniciativa procede del intento de blindar a las entidades frente a crisis inesperadas. Aunque las aseguradoras españolas se han visto afectadas de una forma limitada por la caída de la Bolsa, las aseguradoras ingresan primas y estos fondos deben rentabilizarlos comprando títulos, que se conservan hasta que se producen las salidas de caja por siniestros.
"El proceso impulsado por esta nueva directiva será muy beneficioso para potenciar la calidad de medición de riesgos de las empresas aseguradoras y sus sistemas de control", indica José Cela Martínez, consejero delegado de Zurich España. "Estoy de acuerdo con la nueva regulación, ya que supone un avance técnico para ganar transparencia y solidez ante cliente y accionista", señala Javier de Antonio, director general de Winterthur Vida y Pensiones.
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