Aznar emprende una actividad mediadora con los líderes árabes en Oriente Próximo
Yasir Arafat y Abú Mazén negocian la composición del nuevo Gobierno palestino
El presidente del Gobierno, José María Aznar, se ha propuesto que España desempeñe un papel protagonista en el inicio de una nueva etapa en la que se restañen las heridas abiertas en el mundo árabe por el ataque a Irak y se reanude el proceso de paz en Oriente Próximo. Aznar expuso ayer telefónicamente estos objetivos al presidente de EE UU, George W. Bush. Aznar conversará con los principales líderes árabes y con el presidente palestino, Yasir Arafat. Éste se encuentra negociando con su primer ministro la composición de un Gobierno palestino.
La necesidad de paz y seguridad para israelíes y palestinos siempre ha estado en el discurso de José María Aznar, que ha aprovechado cualquier resquicio desde que se preparaba la guerra contra Irak para introducir estos deseos de concordia. Este recordatorio lo realzaron el jueves fuentes de la Presidencia del Gobierno consultadas por este periódico sobre la conversación que el jueves mantuvo Aznar durante tres cuartos de hora con George W. Bush.
La conversación, iniciativa de Aznar, tuvo como motivo formal comunicar a Bush de primera mano los resultados de la cumbre de Atenas, en la que se acordó que la ONU tenga un papel central en la reconstrucción de Irak.
Pero Aznar quiere ocuparse, y mucho, de Oriente Próximo y le gustaría que Madrid volviera a ser, como en 1991, ciudad emblemática para el impulso del plan de paz -llamado hoja de ruta- que debiera culminar en 2005 con un Estado palestino. Las fuentes gubernamentales señalan que en las próximas horas Aznar habrá conversado con los principales líderes árabes después de que ya lo haya hecho con el presidente sirio Bachar el Asad. El presidente español quiso contrarrestar el lenguaje amenazador de Estados Unidos con un discurso de amistad con Siria y con el mundo árabe.
Estas iniciativas, no obstante, son observadas con un infinito escepticismo por los partidos de oposición en España. El responsable de Política Exterior del PSOE, Manuel Marín, señala que "la credibilidad de Aznar en el mundo árabe es nula; ha perdido toda la capacidad que España tenía de interlocución con el mundo árabe por su posición belicista y de subordinación a EE UU".
Relación fluida con Arafat
Aznar aprovechará también su relación fluida con el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Yasir Arafat, para pedirle que contribuya a la paz y que permita y respete las iniciativas de su primer ministro, Abú Mazén.
Arafat y Mazén se reunieron a última hora del jueves para negociar la composición del nuevo Gobierno, sobre la que siguen manteniendo diferencias.
El complejo de la gobernación de la AP en Ramala, conocido popularmente como la Mukata, volvió a convertirse en escenario de frenéticas discusiones, encaminadas en esta ocasión a consensuar la composición final del nuevo Gobierno palestino. Algunos ministros que no entran dentro de los planes de Abú Mazén, pero que son apoyados por Arafat -tales como Saeb Erekat, Yasir Abed Rabbo y Hani al Hassan-, entraron y salieron varias veces del recinto, evitando hacer declaraciones.
Quien sí las hizo, en cambio, fue el ministro de Planificación y Cooperación Internacional, Nabil Sa'ath. "Hemos hecho grandes progresos y creemos que las negociaciones concluirán como muy tarde el sábado", señaló. "De esta forma, Abú Mazén podrá presentar el Gobierno ante el Consejo Legislativo (Parlamento interno de la AP) este mismo domingo", añadió Sa'ath, cuyo nombre se da como seguro para Asuntos Exteriores.
El enviado especial de la UE para Oriente Próximo, Miguel Ángel Moratinos, llegó a visitar la Mukata hasta tres veces a lo largo de la jornada del jueves. Al salir de una de las reuniones, Moratinos valoró positivamente que el proceso de ajuste final del Gabinete, aunque tedioso, esté "suponiendo un importante debate político y democrático entre las diferentes facciones, digno de ser apoyado y fomentado".
El diplomático español no despejó la incógnita sobre quién se hará finalmente cargo de la cartera de Interior, si el actual ministro, Hani al-Hassan (el candidato de Arafat) o el ex director del Servicio de Seguridad Preventiva en la Franja de Gaza, Mohamed Dajlan (el candidato de Abú Mazén, que también cuenta con el apoyo de EE UU e Israel). "Lo que cuenta es que quien se encargue de las cuestiones de seguridad presente resultados", concluyó.
El mismo jueves llegó una delegación de congresistas estadounidenses, la primera visita de alto nivel de representantes de EE UU que recibe Arafat desde hace más de un año, en que fue rechazado como interlocutor por parte de la actual Administración. Nick Rahall (Partido Demócrata) declaró: "Le hemos pedido que otorgue la libertad y autoridad necesarias a Abú Mazén para que lidere a los palestinos en esta fase final".
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