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Un grupo de encapuchados apalea en Huelva a tres marroquíes cuando dormían en la calle

Uno de los heridos, de 60 años, está en la UCI con un grave traumatismo craneoencefálico

Tres hombres de nacionalidad marroquí fueron apaleados en la madrugada del jueves por una banda de encapuchados mientras dormían en una calle de Huelva. Uno de ellos, de 60 años, permenece en cuidados intensivos de un hospital sevillano con un grave trauma craneoencefálico. Otro, de 30 años, está ingresado en el mismo hospital, mientras que el tercero, de 24, fue atendido en Huelva de un corte en la pierna. Según declaró una de las víctimas, los agresores fueron cinco o seis personas. La policía ignora el motivo del asalto.

Los encapuchados se acercaron a los extranjeros sobre las cuatro de la madrugada "con palos y otros objetos contundentes en las manos", según declaró en la comisaría de Huelva la más joven de las víctimas. Los inmigrantes dormían y el ataque les pilló desprevenidos. Así, en la declaración del agredido no queda claro ni siquiera el número de atacantes, que este hombre -que regresó al hospital tras declarar- cifró en "cinco o seis".

Las tres víctimas se hallaban en las cercanías de la estación de autobuses de la ciudad, una zona que en las últimas semanas se ha convertido en improvisado refugio de extranjeros que no tienen donde cobijarse para pasar la noche. La gran mayoría de estos inmigrantes que pernoctan al raso carecen además de permisos de residencia o trabajo.

En este caso, se sabe que el agredido más joven no tenía permiso de residencia, mientras que se ignora la situación legal de los dos ingresados en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

La investigación se centra ahora en localizar a la banda de agresores para intentar esclarecer el móvil. Por el momento y debido a la escasez de datos con los que cuentan los investigadores, están abiertas todas las hipótesis. Entre ellas, la posibilidad de que se trate de un ataque de carácter racista o xenófobo.

Huelva recibe todos los años una gran cantidad de trabajadores extranjeros para las campañas de fresa o de los cítricos. Muchos deambulan por sus pueblos y por la capital sin documentación y sin trabajo.

Lo que no había habido hasta el momento en la provincia han sido ataques racistas. Ni siquiera hay constancia de bandas más o menos organizadas de tendencia xenófoba.

El único incidente de agresión a inmigrantes en la provincia ocurrió el 6 de febrero de 2002, cuando un grupo de personas asaltó una vivienda ocupada por 13 ciudadanos marroquíes y un jordano en Palos de la Frontera. La Guardia Civil detuvo a 15 personas, entre ellas nueve menores, pero no calificó la agresión como un suceso racista, sino que situó su origen en una disputa previa entre dos individuos.

Tensión y miedo

En el lugar del suceso, donde a mediodía de ayer aún eran visibles algunas manchas de sangre, eran evidentes la tensión y el miedo entre los extranjeros que por allí deambulaban. Una de esas personas, que aseguraba haber dormido no muy lejos de lugar del asalto, afirmaba: "Cuando me di cuenta, todo había pasado. Vino la policía y tres personas estaban heridas. Una e ellas tenía la pierna desgarrada".

Según fuentes cercanas a la investigación, al menos dos de los marroquíes -los más jóvenes- eran amigos y habían llegado desde Almería a la zona fresera de Huelva el pasado día 11 en busca de trabajo. No lo encontraron y decidieron trasladarse a la capital. Según estas fuentes, el marroquí de 60 años se les unió ya en la ciudad, y decidieron pasar la noche juntos. Al parecer, este hombre no tenía ninguna relación previa con las otras víctimas.

El marroquí de más de edad sufre un grave traumatismo craneoencefálico y facial, por lo que en la mañana de ayer fue trasladado al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, junto a otro de los agredidos, que también presentaba un fuerte golpe en la cabeza.

El primero de ellos permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro sanitario, siempre según la Subdelgación del Gobierno en Huelva. Los responsables de la citada unidad del Virgen del Rocío se negaron a ayer a informar sobre su estado.

En un primer momento se creyó que la herida en la pierna del otro agredido era producto de una cuchillada, pero fuentes de la investigación sostienen que el único inmigrante que ha declarado ante la policía no habló en ningún momento de armas blancas durante la agresión.

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