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Columna
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Mar Alicante

José Luis Ferris

Hasta hace un par de años, mi antigua afición al balonmano estaba prácticamente aletargada. Desde las viejas gestas del Calpisa, el handbol ya no era lo que fue por estas tierras. Sin embargo, la proliferación de equipos femeninos de nuestro entorno en la división de Honor me ha despertado todo el interés. Ahí está el Alsa Elda, el Sagunt, el Mustang Elche o el conjunto valenciano del Osito, que no para de cosechar éxitos en la liga y en Europa. Pero mi debilidad (compréndanlo) se desvía hacia el Mar Alicante, entre otras cosas porque está dando la talla y colmando expectativas casi imposibles. Sin ir más lejos, el verano pasado, el único representante del deporte femenino de la capital alicantina tenía los días contados. Sólo una oportuna jugada municipal logró meter en la aventura a empresas de la ciudad como Alicante Urbana y crear una directiva altruista y soñadora capitaneada por Toni Navarro, Pedro Boj, Miguel A. Sala, Francisco Dumont, Sebastián Baró, Emilio J. Merlo, Rafa Ruiz y Sergio González. Lo que se encontraron entonces fue un equipo sin estructura para la categoría, sin cantera, sin sede ni medios, sin entrenador y, lo que es peor, sin jugadoras, ya que a esas alturas de la temporada el mercado estaba agotado. Al primer partido en Lanzarote se llegó con quince mujeres procedentes de aquí y de allá y se mantuvo el tipo pese a perder los ocho primeros encuentros. Cualquiera hubiera arrojado la toalla en tales circunstancias, pero algo así como un sentimiento de coraje, orgullo, paciencia, generosidad y camaradería hizo su efecto y propició ocho victorias que, a falta de una más, les asegurará la permanencia en la mejor liga del mundo. Hablamos de nuevo de lo mismo: ilusión. Y un equipo que convence y se consolida genera ilusiones entre quienes aman el deporte. Sergio González, su técnico, es consciente de ese salto de calidad, pero ellas son las que juegan y este aplauso va para Michela, Majo, Jessica, Aitana, Lydia, Miky, Helene, Neus, Marisa, Inma, Suny, Joaqui, Ana, Pepi, Sonia, Jaiza y Asmussen.

Con bajas por lesión pero con una infraestructura ya sólida y un prestigio ganado a pulso, el Mar Alicante es un equipo cimentado en lo imposible.

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