Las bibliotecas de Barcelona han registrado un incremento de lectores del 68% entre 1999 y 2003

De 1.803.516 usuarios de bibliotecas en 1999 a 3.027.348 durante el año pasado. Un incremento del 67,86%. De las optimistas cifras de la cultura de los últimos cuatro años que difundió ayer el concejal de Cultura de Barcelona, Ferran Mascarell, ésta es, sin duda, la que más le enorgullece. Ello ha sido posible, señaló el concejal, gracias a que se ha duplicado la superficie de este tipo de equipamientos. Mascarell anunció que Barcelona será "la primera ciudad del mundo" que aprobará la Carta de Derechos Culturales, que recogerá los derechos de la ciudadanos ante la cultura.

Esta carta, explicó Mascarell, servirá para regular los derechos de los ciudadanos a expresarse, opinar, crear, participar y disfrutar de la cultura, así como también a acceder a la memoria, la identidad y la diferencia. El concejal destacó que la Unesco ha empezado a debatir este asunto y que ha señalado a Barcelona como una de las ciudades que pueden encabezar la iniciativa.

Fue en materia de bibliotecas donde Mascarell se explayó mayormente. Durante la legislatura que concluye se han abierto nueve centros. Como dato del incremento de uso de estos espacios aportó que los préstamos han pasado de 904.964 en 1999 a 1.872.966 (el 106,97% más) en 2002. El concejal insistió en la creación de 12 bibliotecas nuevas entre los años 2004 y 2010, con la Biblioteca Central Urbana en cabeza, que debe surgir en un solar junto a la estación de Francia, de la que sin embargo no indicó ningún plazo de construcción.

"Hemos tenido que construir las bibliotecas sin ninguna aportación de la Generalitat, a pesar de que está obligada por ley a ayudar en estas instalaciones, como tampoco pone ni un duro en el Museo Picasso o en la temporada del Grec", criticó.

"Barcelona es la ciudad del mundo que más cultura genera sin ser capital de Estado", añadió Mascarell en otro momento. Como datos para tan satisfecha afirmación, dijo que el sector de la cultura -incluyendo en él la música, las artes escénicas, el patrimonio y las artes visuales, sin contar con el turismo cultural- alcanza el 5,5% del PIB generado en la propia ciudad.

A la cultura atribuyó Mascarell la condición de primera causa del aumento de visitantes y turistas: de 1,87 millones en 1992 a 3,58 en 2002. A título de ejemplo puso sobre la mesa cifras conocidas del Año Gaudí: un impacto económico directo de 14,1 millones de euros, indirecto de 55,2 y mediático de más de 30.

No menor entusiasmo mostró el concejal cuando abordó las cifras de los museos. Los 8.931.183 visitantes que visitaron estos centros en 2002 suponen un crecimiento del 25,5% en relación con 1999. Crecen menos los consumidores de artes escénicas y de música: el 3% y casi el 4% respectivamente (2.018.800 espectadores teatrales, 1.570.351 asistentes a conciertos). Más de 12 millones de espectadores acudieron al cine en 2002 (el 13,36% más que en 1999), y cerca de 4,5 millones (35% de aumento) participaron en fiestas populares.

Mascarell no ahorró críticas a la política cultural de la Generalitat, que calificó de "tímida, errática, poco convencida e incoherente". La Generalitat replicó a última hora de la tarde detallando algunas de sus inversiones en cultura. Señaló, por ejemplo, que sí participa en la temporada del Grec "a través de coproducciones y otros acuerdos" y que en el terreno de las bibliotecas ha colaborado en los últimos siete años en la construcción de unos 40 equipamientos a través del Programa Específico de Bibliotecas, "al cual podía optar también el Ayuntamiento de Barcelona". "El Gobierno siempre ha apostado por Barcelona como gran capital cultural de Cataluña y ha dotado a la ciudad de infraestructuras, con o sin el apoyo del Ayuntamiento", concluye.