"Dios no cree en el Vaticano"
Pregunta. ¿Cómo ve un teólogo de la Liberación lo sucedido en Irak?
Respuesta. La guerra no se puede considerar un medio de política internacional en ningún caso. No hay guerra justa. Habría que crear organismos como Naciones Unidas, que aún es muy imperfecto, y establecer normas jurídicas internacionales que limiten las capacidades de armamento de cada país.
P. Siempre que esos organismos no les importaran tanto como las Naciones Unidas a Bush, Blair y Aznar.
R. Sí. Se han saltado a la ONU porque hay una potencia con un armamento enorme que puede hacer lo que le dé la gana, que es Estados Unidos.
P. Usted es de familia mitad monje y mitad soldado. ¿Es éste el perfecto componente de lo español?
R. Tuve dos hermanos militares. Y lo de mitad monje, mitad soldado [ríe], lo decía José Antonio Primo de Rivera, que era un hombre con sus cualidades y un poco romántico, pero que era fascista, y eso realmente es una equivocación.
P. ¿Tiene algo que decirle al Papa?
R. [Ríe] El Papa esta vez en ese "no a la guerra" ha tenido razón. Lo cual no quiere decir que la tenga siempre.
P. Cuando le echaron de los jesuitas por su libro Yo creo en la esperanza, ¿no le ofrecieron nada los dominicos?
R. Tengo muy buenas amistades con dominicos. Y a veces me han ofrecido tomar parte en congresos suyos.
P. Porque jesuitas y dominicos son como el Madrid y el Barça.
R. Nunca fui un hincha de la Compañía de Jesús. Y también creo [ríe] que hay dominicos que no son hinchas de los dominicos.
P. ¿Echa de menos a san Ignacio?
R. A quien echo de menos, como cristiano y como sacerdote, es a Jesús de Nazaret.
P. ¿Cómo ve la Iglesia en España?
R. Está en crisis. Todas estas naciones de cristiandad histórica llegaron a serlo porque no había verdadera libertad religiosa. Y son iglesias que están enfermas, y que tendrán que resignarse a disminuir en número de fieles y a dialogar con el resto de la humanidad. Porque ¿sin la Inquisición hubiéramos llegado a ser tantos, y nos mantendríamos?
P. ¿Usted qué responde a eso?
R. Pues que no.
P. ¿Por qué Wojtyla se mosquea con los jesuitas y requiebra tanto al Opus?
R. Porque el concepto que tiene de la teología, de la moral, sobre todo, y de la ética sexual es más cercano al del Opus Dei. Los jesuitas son más pluriformes.
P. ¿Usted hubiera beatificado y canonizado a Escrivá?
R. Yo no, desde luego [risas].
P. ¿En el Vaticano creen en Dios?
R. Bueno, eso sólo lo puede juzgar Dios. Yo creo que hay gente que sí. El Papa yo creo que cree en Dios. Ahora, con enorme respeto, sospecho que su fe en algunos aspectos peca de algo de fanatismo.
P. ¿Y Dios cree en el Vaticano?
R. No. Dios no cree en el Vaticano.
P. Nació en la sucursal del Banco de España en Gijón. ¿No se le pegó nada?
R. Pues no. Mi padre era el director, y hay que distinguir: era bancario, pero no banquero.
P. ¿Desde que vivía en Vallecas, en los años 80, el compromiso social ha cambiado de cara?
R. La teología de la Liberación sigue siempre en pie, porque eso es el Evangelio. Pero hay una especie de aceptación acrítica de esta forma de capitalismo fundado exclusivamente en el afán de ganancia ilimitada que habrá que revisar.
P. Dijo que la Iglesia acabará admitiendo el matrimonio de los curas y el sacerdocio de la mujer. ¿Ve pinta de ello?
R. La cosa está difícil. Pero ni el celibato obligatorio de los clérigos ni la prohibición de acceso de la mujer al sacerdocio vienen de Jesús. Empezaron después.
P. ¿Aznar irá al cielo?
R. Bueno [ríe], a Aznar, como a mí, si va al cielo tendrán que cambiarle mucho, hacerle una operación de estética.
P. ¿Y Zapatero?
R. Sí. Casi, casi, más fácilmente, porque no tiene tan mal humor como Aznar.
P. ¿Y Arzalluz?
R. Le diría una palabra en italiano: caratteraccio [malas pulgas]. Como Aznar.
P. ¿Teme a la muerte?
R. No. Tengo esperanza de encontrarme con Dios. Pero creo que mi vida ha tenido mucho sentido tal como es, y la muerte como puro descanso tampoco me importa.
P. ¿Y si no se encuentra a Dios?
R. Un jesuita francés dijo una cosa muy bonita: Si a la hora de mi muerte me demostraran que no hay otra vida, yo diría: Pues me honro de haber creído en Dios, porque si no existe, debería de existir.
PERFIL
Con una extraordinaria lucidez a sus 91 años -"estoy torpe de las piernas, pero intacto de la cabeza"- y una sonrisa amable y coqueta, este ex profesor de la Gregoriana, comprometido luchador desde los años más negros del franquismo, cita como aficiones leer y conversar. Sigue viviendo en casas de jesuitas, aunque jurídicamente no lo sea "por imposición del Vaticano".
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