Un delito sobre ruedas
La sustracción de coches, sobre todo de gran cilindrada, ha crecido un 54% desde 1999, y ya se roba uno cada 210 segundos
A Javier le han robado su Ford Escort dos veces. La primera vez ocurrió en Madrid y lo recuperó un mes después, "con cuatro o cinco rayones en la chapa y destrozado por dentro". El ladrón había recorrido 1.280 kilómetros con él y había dejado en su interior basura, sangre y un recibo de una gasolinera de Algeciras. "Yo creo que se bajaron al moro a comprar droga", aventura Javier. La segunda vez el vehículo desapareció en un pueblo de Burgos. "Sólo dejaron una rueda: la de repuesto", bromea. "Por lo demás, esta vez el coche apareció intacto a los tres días".
El caso de Javier dista mucho de ser único. De enero a noviembre de 2002 fueron sustraídos en España 140.509 vehículos, uno cada tres minutos y medio, según una respuesta parlamentaria del Gobierno al diputado socialista Miguel Ángel Heredia. Las zonas más castigadas por este tipo de delitos fueron la Comunidad Valenciana, las provincias costeras de Andalucía y Madrid. En términos absolutos, Madrid encabeza la lista, con 30.085 hurtos anuales (90 delitos diarios), seguida de Barcelona (con 15.912), Valencia (12.190) y Alicante (9.849). Según el Gobierno, el 27,11% de los coches no se recupera. La policía, por su parte, afirma que más del 97% de los vehículos aparece a los 3 o 4 días.
En España -un país poco azotado por este tipo de delitos si se compara con Francia, Italia o Reino Unido- se ha producido un incremento del 54% en el robo de coches desde 1999. En todo ese año se sustrajeron 90.790 frente a los 140.509 de los 11 primeros meses de 2002. Este fuerte aumento ha puesto en alerta a la policía, que en los últimos años ha desarticulado "más de 30 grupos" organizados de países del Este implicados en el tráfico internacional de vehículos. En estas operaciones fueron detenidos 200 ciudadanos búlgaros y 170 polacos.
Una de las zonas más castigadas de España por el robo de coches es la Costa del Sol. El Ejecutivo achaca esta situación al gran número de vehículos de alta cilindrada que circula por la zona y ha llegado a decir que el subidón se debe al "atractivo que supone para los jóvenes la sustracción de vehículos para el desplazamiento entre los centros de ocio de la provincia y la facilidad que ofrece la red viaria de la provincia con nuevos tramos de autovías y autopistas para desplazarse".
Nada que ver con el análisis que efectúa Europol, que en un reciente informe afirma que el robo de vehículos de lujo es una actividad delictiva "mucho más lucrativa y menos arriesgada que la trata de blancas o el contrabando". El organismo de policías europeas calculó en 1999 que el robo de 100 coches de gama alta generaba un beneficio de entre uno y dos millones de euros y elevó a 700.000 los vehículos de alta gama robados en toda Europa, lo que supuso para las mafias unos ingresos netos de 7.500 millones de euros. Los grandes mercados son Europa del este, el norte de África y el golfo Pérsico.
El Audi A6 de Gregorio (nombre supuesto) desapareció de las calles de Madrid en agosto de 2001 y apareció en Rumania un año y medio después, cargado de extras. "La aseguradora se lo quedó porque ya me había indemnizado", cuenta Gregorio. Los coches más codiciados por las mafias son los turismos de gama alta y los todo terreno, muy cotizados en el Este. Algunos modelos, de Audi, BMW, Volvo o Mercedes alcanzan tasas de intento de robo de hasta el 95%.
Los ladrones han debido adaptarse al aumento de medidas antirrobo de los vehículos, pero, según Europol, cada vez es más frecuente el robo de coches con violencia e intimidación. Este método tiene "la ventaja", según el informe, "de hacerse con el coche y con las llaves al mismo tiempo". Otro procedimiento, utilizado sobre todo por las mafias albanesas que operan en el sur de Italia, consiste en tener un encontronazo con el coche que se quiere robar. Cuando el conductor se baja del vehículo para comprobar los daños, la banda de delincuentes se abalanza sobre él, lo inmoviliza y se lleva el coche por la fuerza.
A pesar del fuerte aumento del robo de coches de lujo, la mayoría de los automóviles que desaparecen en España se destinan al uso esporádico. Soledad Samprón, directora de la empresa de recuperación de vehículos Rastro Móvil, lo explica así: "En Madrid se producen muchos robos los fines de semana por gente que coge los coches para irse de juerga o para comprar droga en los poblados". Según Samprón, los modelos que más se roban los fines de semana "son coches viejos fáciles de abrir, como el Kadett o el Golf". Cuando el coche aparece -normalmente a los pocos días, en poblados chabolistas del extrarradio- le cobran al dueño otros 60 euros que sirven como gratificación para quien lo encuentra.
¿Quién quiere una cárcel?
Si las medidas anunciadas por el Gobierno y las que los distintos partidos quieren implantar en los municipios funcionan, el número de detenidos se va a disparar. Y si los juicios rápidos y el endurecimiento de las penas consiguen sus efectos, más gente va a ir a la cárcel. Pero los penales empiezan a sufrir problemas de saturación y el pasado 4 de abril el índice de ocupación volvió a superar todos los récords, con 53.600 personas entre rejas.
La solución pasa por construir más cárceles. Pero, ¿quién quiere una en su término municipal? En prisiones lo tienen claro. Ningún alcalde puede poner en su programa un penal, a pesar de que, según Instituciones Penitenciarias, no crean problemas de inseguridad y sólo las licencias de construcción generan pingües beneficios a las arcas municipales.
Tres cárceles proyectadas desde que gobernaban los socialistas no se han podido construir y ahora el Gobierno pretende levantar una en Madrid, otra en Levante y dos en Andalucía. Pero sólo tiene suelo para una, el que ha cedido El Puerto de Santamaría (Cádiz), donde ya existen otras dos cárceles.
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