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Entrevista:ROBERT KAGAN | IDEÓLOGO DE LA BRECHA TRANSATLÁNTICA | ENTREVISTA

"Con Gore también habría habido guerra"

Berna González Harbour

Robert Kagan recibió a EL PAÍS esta semana en Madrid en el mismo momento en que las tropas estadounidenses entraban sin resistencia en Bagdad.

Pregunta. Ahora que Estados Unidos ha vencido de forma fulminante, ¿qué puede esperar Europa como socio de EE UU?

Respuesta. Tal vez la reconstrucción de Irak sea una buena ocasión para que norteamericanos y europeos empiecen a reconstruir su propia relación, y pienso que si logramos conseguir una resolución de la ONU, y creo que ahora es posible, podremos trabajar juntos.

P. Entonces, ¿cree que podremos rehacer las relaciones con normalidad, como si nada hubiera pasado?

R. No. Obviamente, algo ha pasado y todos vamos a tener que indagar en qué tipo de relación nueva vamos a tener. No vamos a recuperar la relación de socios estratégicos de la guerra fría. Vamos a tener que encontrar una nueva fórmula. Si hay voluntad de ambas partes, será posible un nuevo tipo de modus vivendi, pero tiene que existir esa voluntad.

"Si en un tiempo queda claro que el pueblo iraquí está satisfecho de haberse librado de Sadam y logra una democracia, tendrá un impacto en los musulmanes de todo el mundo"
"Si EE UU quisiera sólo el petróleo, habría sido más barato y menos arriesgado levantar las sanciones y comprárselo. La guerra ha sido por razones de seguridad"
"Espero que los métodos pacíficos sirvan ante otros países con armas de destrucción masiva. En el caso de Corea del Norte, la vía militar ya no es válida, porque ya tiene la bomba"
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"El papel de la ONU es vital, pero no es el papel central"

P. Aparte de que Naciones Unidas apruebe esa resolución, ¿cree que hay que abrir un debate sobre su nuevo papel?

R. Bueno, no sé adónde lleva ese debate en última instancia. No hay duda de que se ha hecho daño a Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad. El daño lo hicieron Francia y Rusia, más que nadie. Pero cuando hablan de reformar el Consejo de Seguridad para introducir nuevos miembros, uno se tiene que preguntar si Francia cedería su asiento a la Unión Europea... No lo sé. Si el Consejo de Seguridad tiene intención de jugar un papel, debe ser capaz de emprender acciones, y, por desgracia, en este caso no lo hizo.

P. Conforme a la nueva estrategia de seguridad de EE UU, ¿qué viene después de Irak? ¿Irán, Siria, Corea del Norte?

R. Tengo bastante confianza en que no. Tal vez algunos comentarios malinterpretados de algunos miembros de la Administración han contribuido a un temor exagerado en Europa de que EE UU se va a embarcar en una intervención militar tras otra. Pero simplemente, no es el caso. Irak ha absorbido tanta capacidad militar que nadie en sus cabales buscaría ahora otra intervención. Espero que ante otros países que desarrollan armas de destrucción masiva valdrán los métodos pacíficos y que Europa y EE UU puedan fomentar una reforma interna en países como Irán. Irak ha sido un caso especial. En el caso de Corea del Norte, la vía militar ya no es válida porque ya tiene armas nucleares. Ésa es una de las razones por las que era importante enfrentarse a Sadam Husein antes de que consiguiera sus armas nucleares.

P. ¿Y no cree que eso envía un mensaje a los regímenes autoritarios de que si tienen la bomba están a salvo?

R. Bueno, esos países ya han llegado a esa conclusión por su cuenta. Corea del Norte ha trabajado en su arma nuclear durante dos décadas. La primera guerra del Golfo convenció a muchos países de que EE UU no podía ser vencido de forma convencional y que la forma única de resistir su poder militar es con armas de destrucción masiva.

P. Escribe en su libro que Pearl Harbor sentó las bases de la presencia norteamericana en Extremo Oriente y en Europa, y que el 11-S ha sentado las bases de su presencia en Oriente Próximo y Asia Central. ¿Pero cómo trasladar esto a la democracia real en esos países?

R. Es ingenuo pensar que vas a tener Gobiernos democráticos por todo el mundo árabe y Oriente Próximo. La gran cuestión es, lo primero, qué pasa en Irak. Y ahí debemos dejar que el pueblo iraquí se gobierne en un sistema lo más democrático posible. En lo que respecta a la región, hemos apoyado varias dictaduras durante cuarenta años, tanto EE UU como Europa. Ahora hay muchos que piensan que esto ha sido un error, no sólo por la violación de nuestros principios, sino también por el resentimiento que esto crea. Así que ¿no deberíamos intentar usar todos los medios, no sólo los militares, para intentar promover una reforma en los países árabes, como hicimos en Latinoamérica y en Asia, donde había dictaduras y ahora hay algunas democracias? No sé por qué al mundo árabe hay que negarle la democracia. Hay incluso democracias en África.

P. ¿Entonces sí cree en la ingeniería política?

R. No quiero que se me entienda mal, no quiero decir que sea fácil, que ocurra en cuatro días o que siempre tenga éxito, porque es un problema difícil. La cuestión es si debemos intentarlo o no.

P. ¿Cree entonces que ésta ha sido una guerra de liberación, o una guerra por petróleo?

R. Estoy seguro de que no ha sido una guerra por petróleo. Si EE UU quisiera sólo el petróleo, había una forma mucho más barata de conseguirlo, y menos arriesgada: quitar las sanciones, normalizar las relaciones con Sadam, y él habría sido feliz de vender el petróleo a EE UU. Ésa era la opción francesa. La guerra fue por razones de seguridad. Sé que muchos europeos no lo entienden, pero ésa era la razón.

P. Millones de musulmanes celebraron el 11-S y se han sentido humillados por la caída de Bagdad. ¿No les preocupa que aumente ese odio? ¿No piensan afrontar este problema?

R. A nadie le gusta que le odie un segmento del mundo. Los norteamericanos no quieren ser odiados. Muchos musulmanes celebraron el 11-S antes de que hubiera habido guerra en Irak. Y el 11-S se preparó en los países árabes en los noventa, cuando el proceso de paz en Oriente Próximo estaba en una fase positiva.

P. Pero la guerra en Irak aumentará ese odio.

R. Usted cree eso y tal vez tiene razón, pero ya veremos. Si en un tiempo queda claro que el pueblo iraquí, musulmán, está satisfecho de haberse librado de Sadam y logra tener un Gobierno propio, tal vez tendrá un impacto en los musulmanes de todo el mundo.

P. ¿Cree que la brecha transatlántica terminará con Bush, o que se ha iniciado una nueva era que durará generaciones?

R. Francia se inventó en los noventa el término de "hiperpotencia" para referirse a EE UU, y eso fue antes de Bush. Sé que algunas Administraciones tienen más habilidades diplomáticas que otras. Que EE UU ha estado muy absorbido en sí mismo desde el 11-S y no tan preocupado como debería por lo que los demás pensaban de ellos. Así que el presidente dice "eje del mal" y todos en América dicen: "Eso suena bien". Y la reacción aquí en Europa es: "Dios mío, eje del mal". Lo sé y ocurre así. Pero una de las consecuencias de esta terrible crisis transatlántica es que los norteamericanos no han estado cómodos en esta situación y la idea de que EE UU simplemente quiere ir sola es equívoca. Harán esfuerzos para recuperar algún tipo de relaciones decentes con algunos líderes europeos, o con todos. Y seguramente la siguiente Administración también.

P. Usted sostiene que la brecha se inició con Clinton, y que los demócratas están mucho más cerca de Bush que de Europa, para sorpresa de los europeos. ¿Cree realmente que con Al Gore en el poder todo habría sido igual?

R. Sí creo que EE UU estaba en rumbo de colisión con Irak y lo ha estado durante tiempo, y creo que es sólo accidental que haya ocurrido cuando ha ocurrido. Si miras atrás, a los noventa, Clinton casi fue a la guerra contra Irak en febrero de 1998. Clinton bombardeó extensamente Irak en diciembre de 1998 sin permiso de la ONU. Puedes volver atrás y leer montones de discursos de Clinton sobre la amenaza que representaba Sadam y eran, palabra a palabra, lo mismo que dice Bush. Al Gore era un halcón en el Partido Demócrata, y su candidato a vicepresidente, Joseph Lieberman, era uno de los principales halcones contra Sadam en América. Así que no sé si habría ocurrido exactamente en este momento o en otro, de esta manera o de otra, no lo sé. Pero la idea de que la política de Irak se improvisó después del 11-S y fue aprobada por pocas personas es equívoca y simplemente ignora un enorme preparativo histórico.

Robert Kagan, esta semana en Madrid.
Robert Kagan, esta semana en Madrid.MIGUEL GENER

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Sobre la firma

Berna González Harbour
Presenta ¿Qué estás leyendo?, el podcast de libros de EL PAÍS. Escribe en Cultura y en Babelia. Es columnista en Opinión y analista de ‘Hoy por Hoy’. Ha sido enviada en zonas en conflicto, corresponsal en Moscú y subdirectora en varias áreas. Premio Dashiell Hammett por 'El sueño de la razón', su último libro es ‘Goya en el país de los garrotazos’.

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