Bush y Blair inauguran una televisión para Irak desde el aire de Bagdad
Los dos mandatarios emiten sus mensajes a los iraquíes desde un avión militar
El Pentágono inauguró ayer una nueva programación en la televisión iraquí con la emisión de mensajes de George Bush y de Tony Blair, en los que el presidente de Estados Unidos y el primer ministro del Reino Unido prometieron a la población que las tropas británicas y estadounidenses se retirarán y dejarán un país libre para ser gobernado por los iraquíes. A pesar del bombardeo de las instalaciones de la televisión en Bagdad y la inestabilidad del suministro eléctrico, la Casa Blanca aseguró que las palabras de los mandatarios fueron bien recibidas por la población.
Sobre un fondo rojo y con subtítulos en árabe, el presidente estadounidense dijo a los iraquíes: "Nuestras fuerzas se marcharán. Irak saldrá adelante como una nación unificada, independiente y soberana que ha recuperado un lugar digno en el mundo". Y el primer ministro británico añadió: "Este Irak no será regido por el Reino Unido, Estados Unidos o Naciones Unidas. Será regido por ustedes, el pueblo iraquí".
El mensaje conciliador iba dirigido tanto a los iraquíes como al resto de los países árabes, recelosos de los designios imperialistas y colonizadores que pudieran ocultar Washington y Londres, en particular sobre el petróleo. "El dinero del petróleo iraquí será de ustedes para ser empleado en crear prosperidad para ustedes y sus familias", aseguró Blair.
Los mensajes fueron grabados el martes, durante la cumbre de Irlanda del Norte, y transmitidos desde un avión C-130 especialmente equipado para emitir imágenes. También fueron emitidos por radio. Con ellos se inauguró lo que se pretende sea una programación cotidiana de unas cinco horas en la televisión iraquí, llamada Hacia la Libertad, que aparecerá en pantalla por tiempo indeterminado. A pesar de los insuperables problemas técnicos para recibir la señal por televisión en Bagdad y en parte del país, Ari Fleischer, el portavoz de la Casa Blanca, aseguró: "Los iraquíes apreciaron el intento del presidente de explicarles directamente que les ha llegado la libertad".
En el futuro habrá mensajes de otro tipo, entrevistas con personalidades y programas informativos, en un plan orientado a mostrar a los televidentes la existencia de un mundo que no tenía cabida en la anterior televisión del régimen. En Estados Unidos, la responsabilidad de la emisión y la programación será del Pentágono, donde la portavoz Victoria Clarke dijo no tener información sobre el número de personas que recibieron los mensajes.
En la Casa Blanca, Fleischer quitó importancia al hecho de que todavía no se hayan encontrado arsenales de armas químicas y biológicas -"la razón de esta guerra", dijo-, ausencia que atribuyó a la maestría del régimen iraquí en ocultarlas. "Estamos convencidos de que las tienen y de que las encontraremos", señaló.
Con respecto a la entrada de milicianos kurdos en Kirkuk, circunstancia que inquieta a Ankara, Fleischer dijo: "Turquía sabe que entendemos su preocupación. Kirkuk estará bajo control norteamericano". Esta ciudad es rica en petróleo.
El Banco Mundial y el FMI están dispuestos a cooperar en la reconstrucción de Irak, pero sus responsables desconocen las condiciones en que se encuentra el país y qué tipo de ayuda puede ser necesaria. En el caso del Banco Mundial, la intervención debe ir precedida de una autorización del Consejo de Seguridad.
Ayuda económica
"Estamos preparados para ayudar. Tenemos experiencia en la zona. La cuestión es la autoridad para proceder", manifestó ayer James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial. "Nosotros sólo podemos tratar con Gobiernos reconocidos y prestar a quien quiera pagar. Sería cuestión del Consejo de Seguridad".
Irak tiene compromisos pendientes con el Banco Mundial por valor de 82 millones de dólares, a raíz de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad en 1991. "No podemos ayudar hasta que pague. Pero en casos especiales como éste normalmente se encuentra un mecanismo", matizó Wolfensohn. Pero el mayor problema es evaluar las necesidades del país.
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