El tronío de 'Bienvenido Mr. Marshall'

Ahora que en tiempos de guerra se vuelve a hablar de un nuevo Plan Marshall no está de más recordar la película española estrenada el 4 de abril de 1953 que abordaba el asunto en clave de comedia muy sarcástica. Tampoco hace falta excusa para ver Bienvenido Mister Marshall, pero ya se sabe que una efeméride facilita las cosas. Por ejemplo, los 50 años de su primera proyección en el Cine Callao de Madrid, una de las escasas salas de las de antes que se conserva. Ha habido otras conmemoraciones, claro, incluso una recreación de la película en el pueblo donde se rodó, Coria del río. Pero Valencia todavía no había evocado, ni analizado, ni estudiado, con el debido respeto, el filme que supuso un antes y un después en la historia del cine español. "Es una de las pocas películas que honran al cine español y a la inteligencia española", dijo de ella Antonio Buero Vallejo.

La referencia a Valencia no es gratuita. Bienvenido Mr. Marshall se puede considerar de algún modo una película valenciana. Porque valencianos son o eran el director y guionista Luis García Berlanga, el ayudante de dirección y productor, Ricardo Muñoz Suay, el decorador y productor, Francisco Canet, el director de fotografía, Manuel Berenguer, y el jefe de producción, Vicente Sempere. Motivo más que suficiente, aunque no imprescindible, para que el Institut Valencià de Cinematografia (IVAC) Ricardo Muñoz Suay haya organizado, en colaboración con la Asociación Española de Historiadores del Cine y en la sede de la Fundación para la Investigación del Audiovisual, el seminario Bienvenido Mr. Marshall, 50 años después. Hoy, además, se proyectará el filme en la Filmoteca en dos sesiones: la primera para escolares (10.30) y la segunda para público adulto (22.30). En ambas está prevista la asistencia de Berlanga y Canet.

El seminario ha reunido a una quincena de especialistas, entre los que se incluyen algunos realizadores, para analizar desde diferentes puntos de vista la película. Algo bastante inusual. Lo habitual es discutir y hablar de "un director, de una corriente, de una cinematografía", pero no de un solo filme, apunta el director de la iniciativa Julio Pérez Perucha. ¿Y por qué no? ¿Por qué es normal tener como objeto de estudio un libro o un cuadro o una sinfonía y no una película?, se pregunta el también presidente de la AHC, al tiempo que expresa su deseo de que cunda el ejemplo; de que el cine deje de tener una consideración en cierto modo inferior a la de otras artes. "Antes las marías eran las asignaturas de Religión y Educación Física, ahora es el cine o el audiovisual, exceptuando, claro las carreras correspondientes", añade.

Santos Zunzunegui, Manuel Hidalgo, Pilar Pedraza, Vicente Molina Foix, Juan Miguel Company, Josep Lluís Falcó o Kepa Cojo participan en el seminario, cuyas ponencias versan desde el análisis del contexto económico, hasta el estudio de la metáfora regeneracionista del filme

, pasando por la titulada Bienvenido Mr. Bush.

Y eso que no fue la mejor película de Berlanga, como él mismo señala; pero sí la que irrumpió en el franquismo cinematográfico marcado por rancias epopeyas y copias de comedias americanas, destaca el director del IVAC, José Luis Rado. Con este estupendo filme, producido por la Uninci (Berlanga, Canet, Muñoz Suay, Fernan Gómez) penetraron en España los aires de renovación que recorrían Europa, el neorrealismo, la comedia italiana. Y todo ello, explica Rado, sin dejar de utilizar las estrellas españolas del momento (Pepe Isbert, Manolo Morán) e incluso el recurrido personaje de una folclórica (Lolita Sevilla).

¿Quién no recuerda las coplillas aquellas de "Americanos/, vienen a España/ guapos y sanos/, viva el tronío/ de ese gran pueblo/ con poderío,/ Olé Virginia, /y Michigan/ y viva Texas que no está mal,/ os recibimos/ americanos/ con alegría/ Olé mi madre/ olé mi suegra y/ olé mi tía"?