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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Asociaciones de vecinos: ¿para qué?

Las asociaciones de vecinos están para intentar que el ayuntamiento de la capital conozca las distintas carencias y atienda, sobre todo, las peticiones de los vecinos. Están formadas por representantes de los diversos partidos con representación municipal, para de ese modo realizar las juntas de distrito.

En las juntas de distrito se debaten temas del barrio. Entonces, se les podría llamar "sucursales municipales". Pero, si el presidente de la asociación es afiliado al partido que gobierna en el ayuntamiento, si el director del centro cívico es nombrado por el partido que manda en el ayuntamiento, tenemos un gran problema: a los vecinos que queremos expresar nuestra disconformidad con las actuaciones urbanísticas, como es mi caso, pues entonces, se les abuchea, no se les deja hablar. La conclusión que yo he sacado después de dos largos años para que se atienda mi problema, que es el problema de todos los pequeños comerciantes del barrio en que vivo, es que tanto la asociación de vecinos, cuando está en su sede, como cuando está en el centro cívico, sólo representa los intereses y normas que le impone el partido al que pertenece. Cuando quiere explicar su actitud como presidente, su discurso es lineal, pobre y, sobre todo, al servicio del partido.

Tengo un negocio familiar en la avenida de Dílar, del barrio del Zaidín, Granada. Por esta cale, que muy bien se puede decir es un centro comercial abierto, nos han colocado un carril bici que, por lo peligroso que resulta incluso para el ciclista, no lo usa nadie. Nos han eliminado todos los aparcamientos, aparte de la posibilidad de parar el cliente que nos viene de las afueras. La asociación de comerciantes lleva casi dos años solicitando que se cambie el trazado por otro más adecuado y por una calle que resulte menos peligrosa para el ciclista y que perjudique lo menos posible los intereses de los comerciantes.

La pasada semana, mediante octavillas, se convocó a todos los colectivos y asociaciones a asistir al acto que, en el centro cívico iba a tener lugar, en el que el alcalde, y también candidato a la reelección, escucharía todas las propuestas y peticiones. Entonces, cuál no fue la sorpresa de los comerciantes que acudimos cuando el director del centro, micrófono en mano y delante del alcalde y otros candidatos de su lista, nos reprochó la presencia nuestra en el mismo. Dio a entender que nuestra intención era la de boicotear el acto y añadió que todo cuanto venimos diciendo acerca de los daños económicos que sufrimos es falso y que bastante nos habíamos enriquecido ya durante los años precedentes. Mientras, el alcalde se mantuvo callado.

¿A qué intereses sirven las asociaciones de vecinos, los centros cívicos y cualquier tipo de centro público, si sólo admiten la presencia de aquellos que sonríen y aplauden a quien esté gobernando? ¿Acaso los cargos antes mencionados se dan en recompensa a quienes han pegado bastantes carteles y apoyan cualquier cosa, por muy descabellada que sea? Me temo que sea así.

Es decir, que no ha cambiado nada desde hace más de 25 años que llevamos de democracia. Al menos en Andalucía. No. Esto cada vez se va pareciendo más a un Estado feudal, sí, como suena. A cualquiera que rinda vasallaje y pleitesía se le paga con un cargo, aunque no sirva ni para guiar un rebaño de cabras. Después se le cambia por otro, que más da, y todos tan a gusto.

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