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Un incendio devora una vieja escuela de Siberia y mata a 22 alumnos y a su profesora

Un cortocircuito en el edificio de madera, probable causa del fuego en el pueblo de Sibidil

Una vieja escuela de madera fue consumida por las llamas ayer y dejó un saldo de 23 muertos en Siberia oriental. La tragedia ocurrió en la pequeña localidad de Sidibil, en Yakutia, una república que forma parte de la Federación Rusa. El incendio comenzó cerca de las nueve y cuarto de la mañana, hora local, poco después del inicio de las clases. Veintidós de las víctimas mortales eran niños y adolescentes de entre 11 y 17 años, alumnos de los grados 5º al 11º. La otra víctima era una maestra.

La escuela, de dos plantas, había sido construida en 1927 y era de madera y por ello el fuego se propagó rápidamente por las aulas. Sidibil, un pequeño y remoto pueblo de la tundra siberiana, no tiene ningún cuerpo de bomberos, por lo que hubo que avisar a Viluisk, la ciudad más cercana, situada a unos 27 kilómetros de distancia del lugar del siniestro. Los habitantes del pueblo trataron de luchar con sus medios contra el fuego, pero sin éxito.

Sidibil vivió momentos de intenso dramatismo cuando los alumnos, atrapados en la escuela en llamas, comenzaron a lanzarse por las ventanas desde la segunda planta para tratar de salvar sus vidas, según relató Yelena Minéyeva, portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Yakutia. El fuego se había declarado en la planta baja y las llamas impedían la huida de los alumnos. Doce niños fueron evacuados en helicóptero a Viluisk y permanecen hospitalizados con quemaduras y diversas lesiones, principalmente rotura de huesos de brazos y de piernas.

El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de "gran tragedia" el incendio de Sidibil durante la reunión que mantuvo ayer con miembros del Gobierno federal. Putin dijo que había que prestar toda la colaboración necesaria a las autoridades yakutas para subsanar las consecuencias del incendio y ayudar inmediatamente a la familias de las víctimas.

Valeri Sudojodórov, ministro de Situaciones de Emergencia de Yakutia, se lamentó de que a la llegada de los bomberos la escuela ya ardiera por todos los costados e informó de que el Gobierno ha creado una comisión especial para investigar las causas del siniestro. La comisión, que ayer mismo voló desde Yakutsk, la capital de la república, a Sidibil está integrada, entre otros, por los titulares de Educación y Salud Pública y por el viceprimer ministro de Yakutia. A ellos debe unírseles, desde Moscú, el general Valeri Vostrotin, viceministro de Situaciones de Emergencia de Rusia. Aunque todavía no se ha determinado la causa del incendio, aparentemente el fuego se inició en un cortocircuito.

Los bomberos lograron apagar el incendio cuatro horas después de que comenzara. Cuando entraron, hallaron los cadáveres calcinados. Los bomberos piensan que los niños murieron asfixiados cuando trataron de escapar alcanzando la puerta principal en la planta baja. Cuando se desencadenó el siniestro, había 123 alumnos y seis maestros en la escuela. El edificio había sido inspeccionado en los dos últimos años por el directorio del servicio contraincendios de Yakutia. Durante la inspección de agosto de 2001, el edificio no cumplía las normas de seguridad contraincendios en ocho puntos y durante la de noviembre del año pasado, en tres. Uno de los fallos era el mal estado del tendido eléctrico de la escuela, lo que avala la hipótesis de un cortocircuito.

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