México cree que sus relaciones con España salen reforzadas de la crisis

El ministro de Asuntos Exteriores de México, Luis Ernesto Derbez, afirmó ayer que las relaciones entre España y México "se han fortalecido" tras los roces registrados entre ambos países como consecuencia de sus posiciones diferentes sobre la crisis de Irak. Derbez explicó también que busca en Madrid "elementos" para restablecer el consenso internacional y que la crisis de Irak vuelva al seno de la ONU.

El canciller mexicano reconoció ayer, en un desayuno con la Asociación de Periodistas Europeos, que la polémica visita que el presidente del Gobierno, José María Aznar, giró el pasado 20 de febrero al presidente mexicano, Vicente Fox, resultó problemática para su país. Pero "el efecto fue temporal", añadió. "Fue tomada como una visita de un amigo, con una posición propia, que respeta también la posición de otro amigo. No ha habido ningún tipo de enfriamiento, ni de efecto, ni positivo ni negativo", dijo también, tras afirmar que sus relaciones con la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, son excelentes y que "las relaciones [entre México y España] se han reforzado".

La escala de Aznar en México, cuando se dirigía al rancho tejano del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, fue interpretada por la opinión pública mexicana como un intento de influir en Fox para que apoyara la segunda resolución con la que Washington, Londres y Madrid pretendían que el Consejo de Seguridad respaldara el ataque a Irak.

Derbez considera, no obstante, que "la sociedad española y mexicana se sienten muy hermandas y sus Gobiernos, muy cercanos". También dijo que España "se está convirtiendo en el punto de entrada de las inversiones mexicanas en Europa" y aseguró que sus colegas del Grupo de Río -que integra a la casi totalidad de los países latinoamericanos- "están muy entusiasmados" con ese "portal" español en la UE.

Luis Ernesto Derbez, que sustituyó como canciller a Jorge Castañeda el pasado mes de enero, se encuentra en Madrid para presidir la delegación de su país en la VI Comisión Bilateral España-México. Le acompañan los ministros mexicanos de Economía, Fernando Canales, y de Comunicaciones y Transporte, Pedro Cerisola.

Las circunstancias económicas y políticas internacionales no son, sin embargo, las más propicias para que las dos partes lleguen a conclusiones decisivas sobre los grandes proyectos de cooperación en infraestructuras que manejan esos departamentos. El canciller mexicano admitió ayer que "se decidió" no cancelar este encuentro, acordado en noviembre durante la visita de los Reyes a México y preparado desde diciembre, "porque eso hubiera sido interpretado como un enfriamiento de la relación".

La crisis de Irak va a ser, en cualquier caso, el tema destacado de las reuniones que mantengan Derbez y Palacio, aunque ninguno de ellos lo mencionó expresamente en los dicursos que pronunciaron para inaugurar la comisión. La ministra española sí se detuvo, en cambio, a señalar que las relaciones hispano-mexicanas "se encuentran en su mejor momento". Además, agradeció "la inapreciable cooperación y ayuda" que México presta a España contra ETA.

En su desayuno con la prensa, el canciller mexicano dejó muy claro que el tema central de sus conversaciones con España y con otros miembros del Consejo de Seguridad es cómo lograr que la ONU retome el control de la crisis de Irak. "Y no queremos que sea la Cruz Roja", dijo.

Señaló dos elementos principales: relanzar el programa de petróleo por alimentos y definir "el proceso de legitimación de lo que sería un Gobierno" de posguerra. Dijo que es optimista, pese a que Washington da señales de inflexibilidad sobre sus propios planes y a que reconoció que aún no sabe cómo actuar. También aseguró que no teme represalias de EE UU.