Ilegal, pero no para Hacienda

Rosinha Sambo, una ciudadana sueca que ejerce la prostitución desde hace 19 años, ha sido aceptada por la Dirección de Impuestos como empresaria de la actividad que desempeña y pagará impuestos a partir de este año. La decisión ha sido objeto de los más diversos comentarios, ya que, desde 1999, Suecia fue el primer país europeo que estableció penas de multa y/o cárcel para los compradores de sexo. Rosinha, que dirige su "negocio" desde un suburbio de Estocolmo, donde reside, acusó al Gobierno, frente a las cámaras de televisión, de "doble moral" al cobrar impuestos por un dinero que tiene una procedencia "ilegal", según la ley anterior, y defendió su derecho a ser considerada como una honesta empresaria. Admitió que sus ingresos anuales alcanzan las 900.000 coronas anuales (unos 100.000 euros). La Dirección de Impuestos ha recibido duras críticas, entre otras de los colectivos femeninos que libran una lucha desigual contra la prostitución. La viceministra Margareta Winberg ha prometido que el Gobierno analizará la situación a la luz de este inesperado hecho. Habrá que cambiar alguna ley para evitar la incompatibilidad actual. Rosinha, que a su vez ha librado una lucha por el reconocimiento de su profesión y por la sindicalización de todas sus colegas, considera un triunfo el reconocimiento de las autoridades fiscales.-