Dialéctica bestia
Fraga dice que no conseguiremos meterle en el armario: está en él. Ganarán la guerra, perderán la paz; quieren encerrar al que dice no. A lo bestia, se dice. Separan esta guerra de las demás, y dicen que están en contra; pero estos despojos humanos no son de guerra, sino de esta otra cosa; solo son, por la dialéctica bestia, la semántica parda -parda era la camisa del nazi-, "daños colaterales". Hacen campaña contra las fotos dolorosas: sólo aman las de cristos clavados y alanceados, mujeres con siete puñales rasgando su pecho.
Los que vean la muerte y la sangre, odiarán la guerra. Todo lo tergiversa la facción española de guerreros de despacho; hasta al Papa, que sirve a Gustavo Bueno, paradojo, para decir que como no cree en el Papa, que es de extrema izquierda, él no puede estar contra esa guerra. Qué raros filósofos vamos teniendo. Inyectan un pensamiento turbio con sus grandes jeringas molierescas. Falsean el nuestro. Aznar insiste en que el encuentro de socialistas y comunistas significa que el socialismo ha sido esposado por el comunismo: lo que decía Franco y el jefe imperial de turno. Ojalá fuera verdad, como en el antifascismo de los buenos tiempos. El pacifista pertenece a una creencia de libre pensamiento que le hace creer que la palabra del otro es respetable: hasta cuando es mentira en tres dimensiones.
Lo comprendí el sábado en una carta al director de aquí, de Gorka Angulo Altube, que me acusaba de atacar al periodista vasco Calleja porque parece que -dice su dialéctica bestia- me molestan más "las personas que dan la cara frente a ese terrorismo que quienes, directa o indirectamente, se empeñan en perpetuar esa pesadilla...". Había yo criticado la insistente presencia de un Aristegui portavoz del PP en los "debates" de Calleja, cerrando el paso a quienes dicen no a la guerra, y heme convertido en más partidario del terrorismo vasco que de sus víctimas. La lengua bífida en estos temas es también aznárida: todo terrorismo es uno, el que está activo contra el crimen de Irak favorece el terrorismo de ETA, el que se alza contra la guerra pierde el tiempo de hacerlo contra el terrorismo vasco, los socialistas dan la mano a los comunistas y no al PP contra "el entorno" de ETA. ¡Dialéctica bestia! Y les dejamos paso a su mentira. Por respeto.
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