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Crónica:FÚTBOL | La 28ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Luis suspende en San Mamés

El Atlético se debilita una vez más con las sustituciones y el Athletic se impone a última hora

A medida que a Luis Aragonés le fue sonando el despertador de los cambios, ése que se impone para realizarlos siempre en función de la hora no de las necesidades, al Atlético se le fue escapando poquito a poco el partido. Primero fue Javi Moreno (m. 58), que entró por José Mari para no hacer nada de nada. Luego Aguilera (m. 70), que sustituyó a Luis García para ocupar una banda, la izquierda, que no sabe pisar. Y finalmente Stankovic (m. 75), que salió para reordenar tácticamente al equipo, sí, pero que no supo alcanzar el fútbol que Jorge dibujó mientras le alcanzó el aire. El Atlético fue de más a menos con los cambios, ahogándose en San Mamés justo cuando parecía que lo iba conquistando. Con su maniobras, Luis Aragonés dio a entender que iba decididamente a por el partido, porque su equipo ganaba teóricamente gente de ataque, pero lo que hizo fue perderlo. El Athletic cambió mejor: Ocio acudió a la hora de juego para recuperar el oxígeno que le faltaba a Gurpegui y Yeste salió a nueve minutos del final para ganar el encuentro. Agarró el primer balón en la mitad del campo del rival, levantó la mirada y le lanzó un pase profundo y medido a Ezquerro, que le ganó la espalda a Aguilera, controló y fusiló a Esteban.

ATHLETIC 1 - ATLÉTICO 0

Athletic: Aranzubia; Javi González, Prieto, Karanka, Del Horno; Gurpegui (Ocio, m. 62); Tiko (Yeste, m. 81), Alkiza; Arriaga (Murillo, m. 90), Urzaiz y Ezquerro.

Atlético: Esteban; Contra, Coloccini, Hibic, Sergi; Emerson, Movilla; José Mari (Javi Moreno, m. 58), Jorge (Stankovic, m. 75), Luis García (Aguilera, m. 70); y Fernando Torres.

Gol: 1-0. M. 84. Yeste cuela en profundidad el balón, entre la defensa, para Ezquerro, que gana la espalda a Aguilera, controla y fusila a Esteban.

Árbitro: Ramírez. Expulsó a Contra (m. 90), por doble amonestación. Tarjeta amarilla a Karanka, Jorge, Gurpegui y Prieto.

Unos 40.000 espectadores en San Mamés.

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El choque nació subido de ritmo. Con el Athletic decidido a hacerse con los mandos a empujones, a golpe de corazón, y el Atlético dispuesto a conquistarlo a la contra. Los de casa arrancaron alguna ocasión a su manera (sobre todo, un cabezazo de Urzaiz al larguero), pero llevaron más carga de daño en sus arañazos los visitantes. En dos respuestas fulgurantes a dos avisos del Athletic, Luis García y Sergi se plantaron cómodamente ante Aranzubia, pero el cancerbero vasco estuvo soberbio.

La táctica de Heynckes, que homenajeó a los nostálgicos del fútbol de otros tiempos con dos marcajes individuales (Gurpegui sobre Jorge y Prieto encima de Fernando Torres), favorecía a los madrileños. El Atlético perdía a su estrella, vigilado de forma obsesiva -siempre por Prieto, pero también Karanka y el que fuera se unían a la mínima a la fiesta; el Athletic acudía con todo a las ayudas-, pero ganaba agujeros por donde colarse. A la que Torres se iba hacia un lado, y arrastraba detrás de sí a todo el Athletic, aparecía un hueco claro. Jorge, cada vez más lúcido, los descubrió, pero la torpeza madrileña en el remate, unida a la inspiración de Aranzubia, le privaron del premio a sus pases.

Los sustos le bajaron el vacilón al Athletic, que retrocedió metros y apagó sus ganas de ataque. Y así fue como el Atlético, pese al desastroso encuentro de Movilla y Emerson, fue apoderándose de la pelota. El Athletic enseñaba a Arriaga y Ezquerro por los costados, muy hábiles y muy constantes -especialmente el primero-, y un poco a Alkiza, al que se le agrandaba su zurda, no especialmente brillante ayer, por la ceguera de su pareja de oponentes. Y poco más.

El duelo viraba del lado madrileño. El poco juego del Athletic se daba de bruces siempre con la imponente pareja de centrales del Atlético. Muy seguro Hibic, con sus limitaciones cuando el balón se viene abajo, y sensacional Coloccini, al que cada vez se le advierten más maneras de central de los grandes. Es rápido en la anticipación, inteligente para decidir cuándo conviene el corte y cuándo el despeje, cuándo la conducción y cuándo el amague; es poderoso por alto y por bajo, contundente y hasta técnico si la ocasión lo requiere.

Tan protegida sintió su portería por los centrales, pese a la nueva sesión de nervios de Esteban, y crecido también por el recelo del rival a seguir atacando, que Luis se decidió a mover las tuercas del ataque nada más comenzar el segundo tiempo: José Mari dejó la banda y se unió a Torres como segundo delantero; Jorge se escoró un poco a la derecha, y Contra, desde el lateral, tomó ese costado. La variante táctica le entregó del todo la pelota, pero le cerró también los ataques. El aumento de delanteros atascó al Atlético en las cercanías del área, que, ya que el Athletic insistía en las marcas individuales, también se llenaron de defensas. Con todo, en otra contra, los madrileños volvieron a acariciar el gol en un envío franco de Luis García que José Mari pifió.

Por posesión más que nada, el partido viraba del lado Atlético... Y entonces le sonó el despertador a Luis. El técnico se puso a hacer cambios porque sí (el de Javi Moreno, que ni se movió, fue especialmente doloroso) y el duelo (y de paso Europa) se le escapó al Atlético de las manos.

Alkiza controla el balón pese a la oposición de Contra.
Alkiza controla el balón pese a la oposición de Contra.TXETXU BERRUEZO

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