Sesión continua
En ¡Qué grande es el cine!, los contertulios despliegan su sabiduría. En un momento de inspiración, Garci afirma que la nariz de Alec Guiness en Oliver Twist es la misma que la de Anthony Quinn en Lawrence de Arabia. Eso es erudición: lo demás son puñetas.
Cámara, acción
Garci y los suyos suelen ser blanco de bromas sobre sus estáticos duelos de sapiencia aplicada al cine. Cachondeos aparte, se trata de personas que saben de lo que hablan y a los que les gusta hablar de lo que saben. Algo que no siempre ocurre en otras tertulias, donde parece que quien más grita es el que menos sabe. Y existe otra variante, la de El debate de La 2, donde todos saben de lo que hablan y, de vez en cuando, alguno dice menos de lo que sabe, sobre todo si es ministro.
Muere un cinéfilo
Las cadenas públicas del país de Terenci le rindieron homenaje. En La 2, reemisión de Ésta es mi tierra. TV-3 recuperó la entrevista que Joaquim Maria Puyal le hizo en 1994. Salieron sus amigos, y Terenci estuvo ágil, simpático, divertido, mostrando sus explotadas dotes de showman. En Chulas y famosas, Moix le hacía decir a su protagonista: "Me acosté sin cenar, sola, completamente sola frente al televisor. Me ocurrió lo que suele ocurrirles a los españoles que pasan horas enteras frente a ese invento: descubrimos que no hay nada interesante en cinco cadenas, pero seguimos zapeando, saltamos de una a otra llenándonos los ojos de colorines agresivos, hasta que optamos por pasar a las cadenas extranjeras sólo para encontrar las mismas idioteces. Y así saltamos de país en país, asesinando las horas, sin prestar el menor interés. A esto y no a otra cosa se referiría sin duda el Autor cuando dijo que la televisión nos hermanaba a todos en la basura. Pero no sólo la teúve. Y éste es el drama".
Votar es un placer
Cada vez abundan más las votaciones por teléfono. No se trata tanto de dar la palabra al público como de cebar un negocio. Marion Ruggieri, comentarista de la revista Elle, utiliza una denominación muy apropiada para definir el fenómeno: el voto fútil. Y hablando de cosas fútiles: el vídeo de la canción que representará a TVE en Eurovisión exprime la imagen de Barcelona y sitúa a la cantante Beth en un marco que parece el catálogo de las obras de Gaudí. Muchos europeos viven un momento de gran fascinación por la ciudad. Pero siempre que veo a Gaudí convertido en gloria local no puedo dejar de pensar que cuando le atropelló el tranvía que le mató el pobre se tiró muchas horas sin que nadie le reconociera. Le tomaron por un mendigo. En el vídeo no sale ningún mendigo. Y eso que, haberlos, haylos.
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