La puerta de las subcontrataciones
Las posibilidades de colaboración hispano-iraquí se amplían tras la guerra
Aunque quedan algunos profesionales que siguen estudiando las posibilidades de inversión en Irak para cuando acabe el proceso actual de invasión, los empresarios españoles consultados influidos por "la que está cayendo" y la reacción social que ha originado la posición española ante el conflicto bélico, se muestran cautos a la hora de comentar sus posibilidades de negocio.
Oficialmente, la Secretaría de Estado de Comercio no quiere hablar de otra cosa que no sea la ayuda humanitaria, y señala que "es pronto para hacer cualquier tipo de negocios". Pero los empresarios españoles interesados en realizar operaciones en Irak deberán contar de cualquier manera con la Administración tanto si se prolonga la Operación Petróleo por Alimentos, a través de la delegación española en la ONU, como si se hace directamente, ya que tendrán que asegurar las operaciones con créditos de ayudas al desarrollo, mixtos o de cualquier índole, tal y como se hace con China y Latinoamérica.
La reconstrucción de Irak permitirá aumentar la participación española a nuevos sectores y actividades industriales
A diferencia de otras organizaciones europeas como la francesa Medef, que ya ha iniciado un proceso de reflexión para estudiar las acciones a realizar una vez finalizada la guerra, en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, CEOE, señalan que se encuentran "al tanto de lo que ocurre, pero que de momento no se ha elaborado ningún plan al respecto".
La mayoría de los empresarios consultados coinciden en que los grandes contratos quedarán en manos de norteamericanos y británicos; pero para las empresas españolas se abre una nueva vía de cooperación a través de las subcontrataciones que se logren con las empresas adjudicatarias de estos dos países.
De momento, la agencia estatal de EE UU para la cooperación internacional, USAID, ya está designando los primeros contratos correspondientes a las necesidades más inmediatas de distribución de agua y energía a sus empresas, y es difícil que se incorporen a los mismos las empresas españolas del sector.
Hay que esperar en todo caso a que se establezcan los organismos encargados de coordinar las inversiones para la reconstrucción del país, si va a ser finalmente la ONU, como aseguran los británicos, o si quedará en manos norteamericanas.
Mientras tanto, sigue abierto el periodo de 45 días en que se prolongó la Operación Petróleo por Alimentos. Si no cambian las cosas, durante el mes que queda de vigencia del mismo la ONU sigue siendo el controlador y máximo responsable de las transacciones que se realicen a través de las delegaciones nacionales. Éste sería cauce normal si se decide una prolongación definitiva, pero todo hace pensar que las administraciones de EE UU y el Reino Unido querrán pasar la factura correspondiente. Queda también por conocer la reacción de Francia y Rusia, con los que Irak tiene un fuerte endeudamiento.
Tejido empresarial
Junto a las posibilidades de contratación, para las empresas españolas resultará de especial importancia la persistencia de un tejido empresarial iraquí tras el periodo bélico según el director de relaciones internacionales del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Fernando Puerto. "Es importante que queden empresarios con los que negociar de tú a tú, e incluso reanudar con algunos de ellos las conversaciones mantenidas antes del conflicto".
En este sentido, el Consejo Superior de Cámaras se plantea tras un periodo de reflexión, hacer un viaje rápido a Irak cuando acabe la guerra para retomar las conversaciones y los acuerdos establecidos por el incipiente Comité Hispano-Iraquí.
Son muchos los sectores afectados por la guerra y son muchas las necesidades del país una vez que ésta finalice, por lo que las posibilidades de colaboración se amplían considerablemente mucho más allá de la alimentación y los productos farmacéuticos, que acaparaban prácticamente las exportaciones españolas.
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