El felino fantasma

Después de tres días de rastreos sin resultados, la alarma generada en Lemoiz por la búsqueda de un felino de gran tamaño que, supuestamente, vaga por el monte ha dejado paso a las chanzas. "¿Qué, ya le han encontrado a ese?", preguntaba ayer a mediodía a voces un vecino a otro. Ese es el animal, de gran tamaño y cubierto de pelo oscuro, que una mujer vio merodeando por su casa, uno de los chalés de una pequeña urbanización rodeada

por eucaliptos y pinos. El felino, gato o pantera, es el centro de todas las bromas ("la pobre se ha perdido"), comentarios ("salimos en la televisión") y rumores ("dicen que ha mordido a un caballo") que inflan cada día un hecho cierto: una cinta de vídeo prueba que animal ha estado en Lemoiz.

"¿Pero existe o no existe?", se preguntaba ayer Karmele, una vecina de Lemoiz más soprendida porque hay gente que dice tener miedo que por el despliegue organizado para buscar al animal en los montes del pueblo. Los exámenes realizados por la Ertzaintza no han dejado lugar a la duda: el vídeo no ha sido manipulado. La cinta muestra imágenes de mala calidad en las que se ve de lejos un animal, claramente un felino de gran tamaño. A partir de ahí, sus supuestas apariciones no han podido ser confirmadas.

Las batidas continuaban ayer por los montes de Lemoiz, un pueblo de 900 habitantes que se entiende desde Gorliz a Mungia, y seguirán hasta que se aclare el paradero del animal, pero no han encontrado ni rastro. La Dirección de Montes de la Diputación de Vizcaya y la Ertzaintza colaboran en las tareas de rastreo, en un dispositivo que reúne a medio centenar de personas, apoyadas por un helicóptero y por perros villanos. Pero el felino parece haberse evaporado. En paralelo, la policía investiga la mayor de las incógnitas: ¿de dónde ha salido la supuesta pantera?

Una patrulla de la Ertzaintza impide estos días el paso a la zona de Urizar, donde fue visto el animal y donde el jueves los rastreadores encontraron unas huellas sospechosas junto a un riachuelo. Dos jaulas con carne de cabra como cebo han sido ya colocadas en la zona y otras dos están preparadas para ser colocadas si se encuentran huellas del felino.

Sin embargo, no ha aparecido el menor indicio. El director de Montes, Agustín Sarría,

pidió ayer que nadie se acerque a la zona, por seguridad y para no entorpecer los rastreos. "No sabemos si es un animal criado en cautividad que se ha escapado o ha sido liberado, ni si tiene uñas o está acostumbrado a convivir con personas. Su actitud [en un caso u otro] puede ser radicalmente distinta", señaló.

Entre el monte de Bakikureta y una cantera abandonada hay muchos escondites para un animal asustado, pero el propietario de un caserío situado en medio del área rastreada estaba ayer seguro de que ya no estaba en la zona. "Hay ovejas, vacas, ocas y gallinas, caballos y perros sueltos, tan tranquilos", decía. "Si hubiera una pantera suelta estarían asustados. ¿Por qué no les ataca? ¿Cómo puede estar un animal tantos días sin comer? ¿No será que ha vuelto a casa?".