La Audiencia de Málaga reabre la causa penal por el incendio del calabozo

La Audiencia de Málaga ha decidido reabrir la causa penal por el incendio en los calabozos de la comisaría el pasado 27 de diciembre, en el que murieron siete inmigrantes. Se trata ahora de determinar si hay responsabilidades penales por imprudencia de los funcionarios que estaban de servicio esa noche o de los mandos policiales, si las medidas de prevención de incendios no eran las adecuadas.

La Sección Segunda de la Audiencia no ratifica el criterio del juez instructor que el 17 de febrero archivó las actuaciones, por considerar extinguida la responsabilidad penal, al haber fallecido los dos autores del fuego. Por el contrario, la Sala insta a la nueva juez titular de este Juzgado a tomar declaración al menos a tres técnicos y al policía que cacheó a los inmigrantes al llegar a la comisaría. La Audiencia también acepta que se reclame a la policía la cinta grabada en los calabozos aquella noche.

Con estas actuaciones y las que la instructora "considere pertinentes", la Sala acepta el recurso presentado por los abogados de la ONG Andalucía Acoge, que pretenden esclarecer si hubo responsabilidades penales, por imprudencia, de la policía o de las autoridades. José Luis Rodríguez, abogado de dos de las víctimas y presidente de Andalucía Acoge, elogió ayer esta decisión: "El auto supone una oportunidad para depurar las responsabilidades políticas que existen y las presuntas irregularidades penales que se podrían derivar de la investigación. Es una oportunidad de hacer justicia".

Dos cadáveres sin identificar

Andalucía Acoge pretende que la instructora del caso llame a declarar al jefe de Bomberos de Málaga. Un informe de este servicio municipal, que establecía que las instalaciones contra incendios de la comisaría eran "adecuadas", fue utilizado por el ministro del Interior, Ángel Acabes, para afirmar en el Congreso el pasado febrero que "los bomberos consideraban adecuadas las medidas de seguridad". Los abogados de las víctimas sostienen que existe una notable diferencia entre una instalación suficiente y una medida adecuada de seguridad, "porque ningún sistema antiincendio fue utilizado en la comisaría antes de que llegaran los bomberos".

El 27 de diciembre, un grupo de 17 inmigrantes ilegales, estaba internado en una celda de 30 metros cuadrados en la comisaría de Málaga. Esperaban ser devueltos a Marruecos al día siguiente. Formaban parte de un grupo de 20 personas, que salió en un yate en la tarde del 24 de diciembre de una playa de Ceuta, con intención de llegar a Puerto Banús (Marbella) durante la noche de Navidad. Una avería les dejó a la deriva durante tres días. Al llegar a Málaga, dos menores quedaron bajo la tutela de la Junta de Andalucía y en la comisaría una mujer fue separada del grupo. A las 19.37 horas se produjo un incendio en el que murieron siete inmigrantes y dos resultaron gravemente heridas. La mujer y siete hombres fueron devueltos a Marruecos. Tres supervivientes están en Barcelona, Bilbao y Málaga. Dos de los cadáveres todavía no han sido identificados.