Electoralismo
Yo me pregunto: ¿a qué ha jugado la señora Montaño de la Junta de Andalucía? Ahora resulta que todas las modificaciones a la obra de la plaza Cristo de Burgos son: el cambio del verde al azul (por lo tanto sólo una cuestión de colores y gusto), cuatro bancos más (cuando los vecinos no queremos ni verlos) y más arriates (que no sirven para nada ya que en ellos no pueden crecer nada que no sean las propias raíces).
Esta actitud de la señora Montaño no es más que un ejemplo de demostración de fuerza desmedida frente al administrado, sin caer que el perjudicado final es el vecino, porque ¿no hubiera sido más fácil continuar la obra y ordenar los pequeños cambios durante la misma?
Y, por último, ¿por qué no cuenta la delegada Montaño que lo que verdaderamente querían algunos vecinos, en los que ella se apoyaba, era que se instalaran rejas de dos metros rodeando a los árboles, como si fueran "presos". No será que lo único que se buscaba era poner chinas en el camino y, una vez más, entorpecer el arreglo de una zona por puro interés electoral.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.