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Entrevista:BEN SANTER | Científico atmosférico del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore

"Tenemos nuevas señales del cambio climático"

La señal del calentamiento global provocado por la actividad humana se ha buscado -y encontrado- en el aumento de la temperatura media en la superficie terrestre, y es un incremento muy claro desde hace un par de décadas. Pero los científicos se han planteado que el cambio climático debería hacerse notar también en otros efectos y están efectivamente detectando esas diferentes huellas en los hielos, en el contenido de calor de las aguas oceánicas o en la presión atmosférica al nivel del mar. Ben Santer, científico atmosférico del National Lawrence Livermore Laboratory (EE UU), ha investigado el rastro del calentamiento por su efecto en la tropopausa, la frontera entre la baja y la alta atmósfera. "Hemos detectado un incremento de la altura de la tropopausa debido al aumento de los gases de efecto invernadero", explica. "Estamos encontrando nuevas evidencias del cambio climático inducido por la acción del hombre".

"El Sol, los volcanes y la variabilidad natural no pueden producir solos el calentamiento"

Santer, que participó recientemente en unas jornadas sobre cambio climático organizadas por Antonio Ruiz de Elvira en Cosmocaixa (Madrid), sufrió en 1996 los ataques furibundos del grupos de presión energético Global Climate Coalition de su país, muy molestos por las conclusiones del informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), de Naciones Unidas. Aquel informe declaraba por primera vez que se apreciaba ya el impacto de la acción humana en el cambio climático, y Santer era el coordinador del capítulo correspondiente. Fue un episodio sucio del conflicto de intereses relacionados con el calentamiento global, y dramático para Santer, pese a que la comunidad científica le defendió con firmeza.

Pregunta. ¿Qué nuevas huellas del calentamiento hay?

Respuesta. Hasta hace unos años la mayoría de los estudios buscaban las huellas del efecto humano en el clima en la temperatura superficial terrestre. Luego se han explorado otras variables. Tim Barnett mostró que hay un calentamiento en todas las cuencas oceánicas. Otras nuevas evidencias las aportan los estudios de la cubierta helada en el hemisferio Norte, que disminuye en grosor y extensión. La variabilidad natural sola no explica estos cambios.También se ve la señal del cambio climático en la presión barométrica a nivel del mar.

P. Y usted se ha centrado en la alta atmósfera.

R. Sí. Hemos constatado que hay un aumento (varios centenares de metros) de la altura de la tropopausa, la frontera entre la baja atmósfera y la troposfera.

P. ¿Cómo define esa frontera?

R. Se puede definir por la temperatura, que va decreciendo a medida que te alejas de la superficie terrestre hasta un punto en que empieza a aumentar de nuevo, por efecto de la radiación solar. Al aumentar la concentración de dióxido de carbono se calienta la baja atmósfera (porque las moléculas de ese gas impiden la salida de la radiación de gran longitud de onda) y se produce un desplazamiento hacia arriba de todo el patrón de temperaturas. En el estudio se aprecia este incremento de altura de la tropopausa, así como las reducciones temporales por las erupciones volcánicas.

P. ¿A qué se deben?

R. Las partículas de los volcanes alcanzan la alta atmósfera y atrapan en parte la radiación solar, produciéndose un calentamiento de la estratosfera, al tiempo que se enfría la baja atmósfera.

P. ¿Son estudios con modelos o con observaciones?

R. Ambos. Los modelos nos permiten hacer experimentos diferentes variando elementos como la concentración de gases de efecto invernadero, o los factores naturales. Dejamos que los modelos avancen en los ordenadores, por ejemplo, desde 1900 -y vemos cómo reproducen la realidad- hasta finales del siglo XXI.

P. ¿Cómo diferencian el impacto de la acción del hombre de los efectos naturales?

R. Con los modelos vemos los factores naturales no pueden explicar por sí solos observaciones como el incremento de la temperatura registrado o la elevación de la tropopausa. Hace falta la influencia antropogénica para ello. En la primera mitad del siglo XX la importancia de las erupciones volcánicas y de la variabilidad solar fueron relativamente significativas, pero en las décadas recientes pierden importancia porque el impacto de los gases de efecto invernadero es muy superior.

P. Se ha presentado ahora un nuevo estudio que incide en la influencia de la variación solar en el calentamiento. ¿Que opina?

R. Se han hecho muchos estudios sobre esto y esta claro que, a no ser que haya un error muy grande en todos los modelos, el Sol, los volcanes y la variabilidad natural no pueden producir por sí solos este calentamiento.

P. Creo que no quiere revolver los recuerdos de 1996, cuando usted fue acusado de manipular el resumen del informe del IPCC sobre el factor humano.

R. El tiempo es un excelente cicatrizante, pero fue terrible. La Global Climate Coalition era un consorcio del sector energético, les disgustaban las conclusiones del informe y fueron a desacreditar la ciencia y a los científicos.

P. Pero la comunidad científica le apoyó con firmeza.

R. Sí. El reconocimiento de muchas personas que estuvieron muy firmes apoyándome fue un rayo de luz en los nubarrones de la tormenta. Me costó mucho superar aquello, fue terrible, me acusaron de falsificación de documentos científicos... La Global Climate Coalition era muy activa, pero en 1997 las primeras empresas empezaron a abandonarla y declararon que no estaban de acuerdo en la forma en que se había llevado todo aquello. Finalmente la coalición se desbandó.

Ben Santer (izquierda) y Tim Barnett, en Cosmocaixa (Alcobendas).
Ben Santer (izquierda) y Tim Barnett, en Cosmocaixa (Alcobendas).ULY MARTÍN

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