Muere un supuesto delincuente dos meses después de ser herido por un policía

Eugene Tepes Greurus, de unos 35 años, un supuesto delincuente que recibió un disparo de un policía a finales de enero al oponerse a su detención, murió la semana pasada en el hospital Doce de Octubre, tras casi dos meses en coma vegetativo. Los allegados esperan ahora el permiso judicial para repatriar a la víctima a Rumania. Este caso eleva a 31 las muertes violentas registradas en la región durante 2003.

Los hechos se produjeron el martes 28 de enero frente al número 22 de la calle de Media (Usera), cuando dos agentes dedicados a vigilancias se dieron cuenta de que un supuesto integrante de una red de extorsionadores y proxenetas se dirigía a su domicilio. Los agentes se bajaron del vehículo en el que le esperaban y le dieron el alto, tras identificarse como agentes de la autoridad y pedirle que se detuviera.

Según la versión oficial, Eugene Tepes hizo caso omiso a las advertencias de los agentes. Después se inició un forcejeo y uno de los dos agentes que intentaba arrestarlo sacó su arma reglamentaria, una pistola del calibre 9 milímetros parabellum. Accidentalmente, efectuó un disparo, que, tras atravesar el brazo de su compañero, le impactó en una sien del inmigrante rumano. Éste cayó abatido junto a un Nissan Primera. Según algunos vecinos, el herido comenzó a gritar: "Me han matado, me han matado".

Al lugar acudió una UVI móvil del Samur-Protección Civil, que tras estabilizar al herido durante más de media hora, lo trasladaron a las urgencias del hospital Doce de Octubre.

Allí fue intervenido quirúrgicamente durante varias horas. Sin embargo, la gravedad de las lesiones que sufría hacían temer por su vida. La bala le afectó a gran parte del cerebro, lo que le mantuvo en estado de coma vegetativo durante todo este tiempo.

Unidad de custodias

La víctima estuvo ingresada en la unidad de cuidados intensivos durante una semana, hasta que fue trasladado a la unidad de custodias del hospital. En esta parte del centro, están internados los presos de diversas cárceles madrileñas y detenidos por la policía que requieren atención médica hospitalaria.

Tepes fue considerado preso preventivo el 1de febrero, pero el juez decretó su libertad provisional el 6 de marzo, según explicaron ayer fuentes de Instituciones Penitenciarias. No obstante, permaneció hospitalizado.

La gravedad de las lesiones motivó que Tepes muriera el pasado jueves, según fuentes judiciales. El cuerpo se halla en el Instituto Anatómico Forense, a la espera de que el juez instructor autorice a sus familiares a repatriar el cadáver a Rumanía. También están pendientes de esta decisión las autoridades consulares en Madrid.

Este caso eleva a 31 las muertes violentas registradas en la región desde principios de año. Otros dos supuestos delincuentes resultaron muertos en enfrentamiento con agentes de la Guardia Civil, el pasado 11 de marzo, en un club de alterne de Pedrezuela: el español José Manuel Díez Iglesias, de 40 años, y el colombiano César Augusto Orozco, de 29, dos de los cinco atracadores del club, cayeron abatidos a tiros cuando el grupo intentaba huir armado con pistolas simuladas.