Un kamikaze palestino causa 49 heridos en un café de Israel
La Yihad Islámica reivindica el atentado, condenado por la Autoridad Palestina
Un joven palestino se inmoló ayer junto a un restaurante de la ciudad costera de Netanya, causando 49 heridos, seis de ellos graves. La autoría de este nuevo atentado suicida fue reivindicada por la Yihad Islámica, que lo justificó en nombre del pueblo iraquí. Aunque fue condenado por la Autoridad Nacional Palestina, el Gobierno israelí reclamó a su nuevo primer ministro, Abu Mazen, que ponga todos los medios a su alcance para evitar que se produzcan nuevas acciones terroristas. El atentado coincidió con el 27º aniversario del Día de la Tierra, en el que los ciudadanos árabe-israelíes protestan por la expropiación forzosa de sus terrenos.
La valentía mostrada por un soldado, que se dio cuenta de la presencia de un individuo sospechoso mientras hacía cola junto a dos compañeros para entrar en el Café Londres, de Netanya, evitó lo que podía haberse convertido en una sangría. De haber logrado introducirse en el interior del local, el suicida, un joven de 19 años oriundo de Deir el-Rasun, un pueblo cercano a la ciudad cisjordana de Tulkarem, habría causado sin duda víctimas mortales y un número mayor de heridos. Pero la determinación del oficial, adscrito a la brigada Golani, impidió que el kamikaze entrara, e hizo que se inmolara en la zona peatonal. Asimismo, el pequeño tamaño del artefacto -que pesaba unos tres kilos- contribuyó a que el atentado no provocara una masacre.
Según el comandante de la Policía Nacional en la región norte, Amichai Shai, la acción del soldado fue providencial, dado que el restaurante no tenía un guardia en la puerta, en contra de lo establecido por las estrictas normas de seguridad que regulan todos los lugares públicos en Israel. En unas declaraciones realizadas al Canal 2 de la televisión israelí, un testigo del incidente, que trabaja en un local adyacente y se identificó solamente con el nombre de Herzl, relató: "Me di cuenta inmediatamente de que se trataba de un atentado, así que dejé lo que tenía entre manos y corrí hacia allá, donde vi a varias personas tiradas en el suelo, gritando, con sangre por todas partes". Varios de los heridos vestían uniformes militares, comentó el testigo, dato que fue confirmado por el portavoz del Ejército.
La autoría fue reivindicada por la Yihad Islámica. Primero, a través de una llamada telefónica a las oficinas de la agencia de noticias Associated Press, y luego durante una entrevista concedida por uno de los portavoces de este movimiento islamista radical, Ramadán Salah, al canal de televisión qatarí Al Yazira. "Ésta es la forma en que mostramos nuestra solidaridad con el pueblo de Irak", declaró Salah desde Damasco, que calificó la acción como "regalo al heroico pueblo iraquí". Aunque Salah no hizo referencia al respecto, el de ayer casi coincide con el primer aniversario del atentado que más víctimas ha causado a lo largo de la Intifada, ocurrido precisamente en Netanya hace un año. Entonces, la muerte de 29 civiles se convirtió en el detonante de la Operación Muro Protector, en la que el Ejército israelí volvió a ocupar en pocos días todas las áreas autónomas de Cisjordania, con la excepción de Jericó.
Aunque el jefe del equipo de negociaciones de la Autoridad Nacional Palestina, Saeb Erakat, condenó el atentado, el Gobierno israelí apeló a su nuevo primer ministro, Abu Mazen, para que tome todas las medidas necesarias y "logre que éste sea el último ataque terrorista perpetrado por los palestinos".
Uno de los portavoces del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mark Sofer, solicitó también al recién elegido Abu Mazen que "actúe contundentemente contra los militantes. "Sólo así podremos retomar un proceso de paz sustancial", añadió.
El atentado coincidió también con el 27 aniversario del Día de la Tierra, fecha en la que los ciudadanos árabes de Israel (palestinos con ciudadanía israelí) conmemoran la muerte de seis manifestantes durante los disturbios de 1976. Entonces tuvieron lugar protestas por la confiscación forzosa de terrenos en Galilea, que fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad. Las manifestaciones de ayer transcurrieron pacíficamente, según informó la oficina del portavoz de la policía.
Contra el plan de austeridad
Los funcionarios del Ministerio del Interior y del Instituto Nacional de la Seguridad Social han comenzado una huelga convocada por el principal sindicato del país, Histadrut, para protestar contra el plan de austeridad económica elaborado por el titular de Economía, Benjamín Netanyahu.
El presidente de Histadrut, el diputado Amir Peretz, pidió también a los trabajadores de ayuntamientos y otras corporaciones locales que se unan a las movilizaciones. No se descarta que lo hagan, salvo que lo impida la Fiscalía General del Estado.
El ministro del Interior, Abraham Poraz, se dirigió ayer al fiscal general del Estado, Elyakim Rubinstein, para solicitar que tome medidas contra la huelga del sector público, en un momento en el que Israel permanece todavía en situación de alerta, a pesar de que la probabilidad de que se produzca un ataque iraquí sea cada vez menor.
Las movilizaciones podrían retrasar la aplicación de un programa económico que ya ha recibido la aprobación del Gobierno, pero que todavía tiene que pasar por el Parlamento, donde puede ser parcialmente enmendado. Según los sindicatos, la aplicación del plan de auteridad económica de Netanyahu causaría un daño irreversible al Estado de bienestar.
Por otro lado, el primer ministro, Ariel Sharon, logró resolver su primera crisis de Gobierno tras prometer a uno de los miembros de su coalición, el Partido Nacional Religioso, que reactivará las inspecciones de trabajo durante la fiesta semanal del Shabbat.
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