El referéndum contra la guerra suma más de 100.000 votos y se extenderá a nuevos barrios

Un total de 230 localidades catalanas están celebrando en estos momentos referendos sobre la guerra contra Irak y la participación de España en ella. En la ciudad de Barcelona desde el jueves se habían registrado unas 60.000 peticiones en esta consulta informal, que pide además la dimisión del Gobierno presidido por Aznar. A esta cifra se añadieron ayer entre 60.000 y 80.000 nuevos votos, que sitúan por encima de las 100.000 las peticiones ciudadanas. Los actos de protesta de ayer ocuparon además la plaza de Catalunya, donde se realizó un lanzamiento de globos, y diversas acciones de los acampados.

En L'Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad de Cataluña con más de 250.000 habitantes, hasta anteayer habían acudido a las urnas 21.000 personas, según informaron fuentes de la Plataforma Aturem la Guerra. Durante el fin de semana se celebraron consultas también en Girona, Lleida y La Seu d'Urgell. En la avenida de la Reina María Cristina de Barcelona se colocaron ayer 25 mesas para recoger votos de quienes se aprestaban a asistir al concierto por la paz. La consulta se extenderá esta semana a otros barrios barceloneses como Les Corts y Horta-Guinardó.

En algunos casos los votantes tuvieron que guardar un buen rato de cola debido a la numerosa afluencia. "Durante la semana que empieza mantendremos mesas esporádicas en Barcelona porque es muy difícil mantener el ritmo de los últimos días, ya que cada mesa requiere un mínimo de cuatro personas y la organización de varios turnos... Y la gente que estamos en esto trabajamos", señaló un portavoz de la plataforma. Los organizadores hicieron ayer un llamamiento a pueblos y ciudades de toda España para que se sumen a la iniciativa "basándose a su propia capacidad logística".

Fuera de Cataluña, se han adherido también otras ciudades, como Madrid, y varias poblaciones de Murcia, Galicia, País Vasco, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Baleares, Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León y las islas Canarias.

Pero, aparte del concierto y de la consulta popular, se celebraron ayer en Barcelona otros actos de protesta. Al tiempo que se iniciaba el concierto de Montjuïc, en la plaza de Catalunya centenares de ciudadanos lanzaron globos negros que luego hicieron estallar en el suelo mientras sonaba una sirena, queriendo simbolizar con ello el rechazo a los bombardeos que a diario padece la población de Bagdad.

En la plaza de Sant Jaume, un grupo de estudiantes de la Facultad de Bellas Artes, que permanecen acampados aunque sin tiendas debido a la prohibición de la Guardia Urbana, se bajaron los pantalones en señal de protesta contra la guerra.

Unas 200 personas permanecen acampadas estos días en distintos puntos de la ciudad: la plaza de Francesc Macià, junto a la sede del PP, el Pla del Palau, ante la Delegación de Gobierno, y la ya citada de Sant Jaume.