La universidad vasca reconoce el rigor y compromiso de Recalde

La Universidad del País Vasco (UPV) otorgó ayer su máxima distinción, la medalla de oro, al profesor José Ramón Recalde, superviviente de un atentado de ETA en 2000. Las autoridades académicas destacaron de Recalde su condición de ciudadano libre y su doble compromiso como intelectual riguroso y político comprometido en la dictadura y la democracia. Presidió el acto el lehendakari, Juan José Ibarretxe.

La Universidad del País Vasco desplegó ayer su capacidad de transmitir emoción y solemnidad para entregar la medalla de oro a José Ramón Recalde, el profesor universitario y ex consejero socialista de Educación y Justicia del Gobierno vasco que sobrevivió a un atentado de ETA en la puerta de su casa, en septiembre de 2000. El acto se celebró en el campus donostiarra de la UPV y concentró a la comunidad universitaria del País Vasco, así como a amigos y políticos con los que el homenajeado trabajó durante sus años de consejero del Ejecutivo autónomo de coalición PNV-PSE-EE, entre ellos el ex lehendakari José Antonio Ardanza y el ex consejero de Cultura Joseba Arregi.

Como fiel reflejo de la que ha sido su trayectoria vital de pensador comprometido que siempre ha propugnado valores como la integración y el diálogo, el homenaje de ayer a José Ramón Recalde se convirtió en un inusual "espacio de convivencia", en el que confluyeron y pudieron reencontrarse intelectuales, políticos, miembros de diversas plataformas ciudadanas que reconocían frecuentarse muy poco en estos tiempos de tensión.

El profesor de la UPV Javier Corcuera glosó la comprometida tarea intelectual y política de Recalde, caracterizada por la búsqueda de "soluciones integradoras" independientemente de la rentabilidad política que pudieran tener. Destacó también su trayectoria como teórico marcada por el rigor y su espíritu democrático basado en el reconocimiento de quienes piensan distinto. Recordó que fue impulsor de la primera ikastola de San Sebastián, a principios de los años sesenta, a la vez que prestaba todo su apoyo al "espacio de libertad" que ha significado la librería Lagun, propiedad de su esposa, María Teresa Castells. "Esto es hacer país", concluyó Corcuera. Para finalizar definiendo al homenajeado como un "ciudadano coherente" y "ejemplo de dignidad" al que, afortunadamente, "le queda la palabra".

Recalde, muy emocionado y notablemente recuperado de las secuelas que le dejó la bala que atravesó su cara, dio una lección magistral en la que admitió que es posible modificar la Constitución, pero "sin renunciar a la idea" de que ésta constituye "un amplio consenso de convivencia", y sin "sustituir la idea de sociedad de ciudadanos por la de un pueblo definido por esencias identitarias o por destinos históricos". También mostró su desconcierto ante la "desvalida situación de guerra y temor generalizado" en la que nos hallamos y dijo que el "soporte fundamental" de su pensamiento académico ha sido "cómo salir de esta situación de enfrentamiento".