La huelga del 10 de abril acentúa divisiones internas en CC OO

El ataque estadounidense a Irak empieza a causar los primeros daños colaterales en el sindicalismo español. La unidad de acción se ha quebrado por la decisión de la UGT de secundar la huelga general de dos horas contra la guerra, una iniciativa que la ejecutiva de Comisiones Obreras rechazó el miércoles en una apretada votación de 15 contra 11. Pero las fisuras también alcanzan al seno de CC OO, que ha visto cómo algunas federaciones como Asturias, dominada por el sector crítico, y Madrid se plantean abiertamente sumarse al paro junto a UGT.

El secretario general de CC OO, José María Fidalgo, justificó ayer su posición contraria a la huelga por el enfrentamiento que podría crear entre trabajadores y empresarios y por las "divisiones y crispaciones" que podría generar en la sociedad. Fidalgo, quien no cree "conveniente ni necesario" convocar una huelga general, también fundamentó la decisión para "evitar protagonismos" dentro de las movilizaciones ciudadanas contra la guerra.

No obstante, el líder de CC OO anunció una reunión para hoy del Comité Confederal (órgano consultivo); otra de la ejecutiva para el lunes, y una extraordinaria del Consejo Confederal para el próximo miércoles. Fidalgo pretende que el máximo órgano entre congresos del sindicato ratifique la decisión de no participar en la huelga general. El secretario general se mostró convencido de que "todas las organizaciones confederadas acatarán la resolución del Consejo Confederal".

"Error histórico"

El portavoz de CC OO en Madrid, Francisco Naranjo, afirmo que, desde el punto de vista estatutario, las federaciones regionales no romperán "ninguna norma confederal" si van a la huelga incluso si el Consejo Confederal se pronuncia el miércoles en contra.

El ex secretario de Organización de CC OO, Rodolfo Benito, tachó la decisión de no secundar la huelga de "error histórico", y advirtió de que "desgajarse del bloque social sería un balón de oxígeno para el Gobierno". Por su parte, el líder de los críticos, Agustín Moreno, anunció que para el caso de que Fidalgo no rectifique, mantiene contactos con la UGT y con otras facciones de CC OO para apoyar la movilización.

La huelga general ya está en marcha. El secretario general de la UGT, Cándido Méndez, presentó ayer en el registro del Ministerio de Trabajo el preaviso necesario para legalizar el paro. El objetivo del plante será el de "expresar el rechazo de los trabajadores a las consecuencias laborales, económicas y sociales de la guerra contra Irak".

Méndez acusó a Comisiones Obreras de "escurrir el bulto" por no sumarse al paro -promovido por la Confederación Europea de Sindicatos - y afirmó que su sindicato no tiene "el más mínimo atisbo de protagonismo" al convocar la huelga.