La UE sólo ayudará a las aerolíneas si la guerra obliga a cerrar el espacio aéreo

Los ministros de Transportes de la UE son escépticos respecto al anuncio de crisis que proclaman las compañías aéreas por la guerra de Irak. El precio del barril de crudo ha bajado, dicen, y algunas firmas, como las españolas, han registrado más reservas en las últimas semanas. Por tanto, según los ministros, no ha lugar a ayudas públicas salvo que haya cierres de espacios aéreos. Las bolsas hacen una lectura más negativa. Las principales aerolíneas cerraron con fuertes pérdidas, en especial, American Airlines, que ayer se hundió un 15% por el temor a que se declare en quiebra.

Tampoco ha lugar, según los ministros de Transportes, a suspender de forma "completa e inmediata", como han pedido las compañías, el marco regulatorio de los slots (derechos horarios de despegue y aterrizaje) para la temporada estival. La UE considera que, como mucho, se podría "flexibilizar" dicho marco. Pero, insistieron, la demanda no está cayendo de forma dramática y confían en "la capacidad de adaptación de las compañías europeas", en palabras del ministro francés Gilles de Robten.

De Robten recordó que hace tres semanas el barril de crudo se cotizaba a 40 dólares, mientras que ayer estaba a 25. El euro se ha revalorizado frente al dólar, añadió su homólogo español Francisco Álvarez-Cascos, lo que resulta favorable a las compañías de este lado del Atlántico.

Y aún más: las operadoras españolas han registrado en marzo importantes avances en número de pasajeros. Álvarez-Cascos aportó datos semanales, aún provisionales, de los destinos más beneficiados: entre el 11,5% y el 17,9% más para América del Sur y del 4,1% durante la última semana de marzo, con la guerra ya iniciada, hacia Europa y el 13,7% la primera semana del mes.

Las ayudas públicas para paliar los efectos de la guerra en caso de cierre de espacio aéreo se concederían sólo en casos concretos a modo de indemnización, y Bruselas analizaría que cada ayuda otorgada no sea discriminatoria ni suponga una ayuda al funcionamiento.

De momento, la Bolsa está pasando factura por la reducción de vuelos anunciada por las principales aerolíneas. Air France fue la más castigada (-5,51%), pese a que los pilotos desconvocaron la huelga que tenían prevista para ayer, como medida "responsable" ante la guerra de Irak. Todas las demás cerraron con fuertes pérdidas, pero en especial la estadounidense American Airlines, que se hundió casi un 15% en Wall Street.

Los inversores respondieron así ante el temor de que la primera aerolínea mundial se declare en quiebra la próxima semana. Ello pese a que la dirección logró un preacuerdo con sus empleados para reducir salarios. Tambié negociaba un crédito de 1.500 millones con Citigroup. American registró el pasado año unas pérdidas de 3.257 millones, el doble que en 2001.