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El PP evita que el pleno de Málaga condene la guerra, pero sí repulsa la violencia callejera

El consistorio permaneció cerrado durante la sesión, medida que indignó a la oposición

La mayoría absoluta del PP impidió ayer que el pleno municipal de Málaga aprobara una moción de condena a la guerra contra Irak propuesta por Izquierda Unida (IU), y sacó adelante una resolución a iniciativa del equipo de Gobierno "a favor de la libertad, la paz y la seguridad internacional" en la que sí consta una repulsa explícita "a los actos de vandalismo callejero" producidos en algunas manifestaciones por la paz. El pleno, que tuvo que ser desalojado por el alcalde, se celebró entre excepcionales medidas de seguridad que indignaron a la oposición.

"Nadie puede estar a favor de la guerra y nosotros tampoco lo estamos", dijo el portavoz del PP, Javier Berlanga. Pero sin embargo en la resolución finalmente aprobada, que él mismo defendió, no consta ninguna condena explícita a la guerra en Irak, y sólo "el deseo y la esperanza de que el conflicto concluya con el mínimo sufrimiento y con las menores pérdidas humanas".

El texto aprobado, en el que en ningún momento aparece la palabra guerra, si incluye la "repulsa a los actos de vandalismo callejero así como a las agresiones a las sedes de partidos políticos democráticos realizadas en nombre de la paz". El debate de la cuestión acabó por desatar la crispación de un pleno ya de por si cargado de tensión. El portavoz del PP, que días atrás apareció en un debate en televisión con una pegatina con el lema "no a la guerra", pidió explicaciones a la portavoz y candidata socialista a la alcaldía, Marisa Bustinduy, por su presencia en una manifestación "ilegal" al término de la cual un grupo de violentos la emprendió a patadas con el portal del edificio donde el PP tiene su sede y destrozaron el portero automático.

La portavoz del PSOE, Marisa Bustinduy, ironizó al respecto: "Nos traen una moción a favor de la paz, pero no contra la guerra, estamos metidos en una casa de locos". "No pueden decir que están a favor de la paz y no condenar esta guerra incruenta e ilegal", espetó.

También el portavoz de IU, Rafael Rodríguez, reprochó al PP esta actitud contradictoria. "No son tiempos para hacer cánticos místicos a la paz, en estos momentos se está a favor o en contra de la guerra, de esta guerra en la que se está masacrando a civiles y condenando a un pueblo a la destrucción", explicó. Y sobre la moción del PP dijo: "En IU condenamos todos los actos de violencia, de coacción, y el lanzamiento de huevos contra el PP, pero con más fuerza condenamos las bombas que generan destrucción y miseria, y el problema es que en su moción no se condena eso, y esa es la diferencia entre su posición y la de la mayoría de los españoles".

La larga sesión del pleno de Málaga se desarrolló en un clima muy tenso y entre excepcionales medidas de seguridad. Hubo una fuerte presencia policial y la puerta principal del consistorio permaneció cerrada al público una vez iniciado el pleno. En su celo por controlar a las personas que accedían al consistorio, la policía pidió identificación a dos concejales de la oposición.

El alcalde tuvo que desalojar el pleno por la protestas del colectivo de vigilantes de la playa, que reclaman estabilidad en sus puestos. Pero es que también el pleno fue escenario de protestas de otros empleados de empresas municipales, como las de limpieza, de aparcamientos y de gestión tributaria, lo que según Bustinduy es indicativo de la nefasta gestión del PP.

La candidata socialista fue contundente en sus apreciaciones al alcalde. "La vivencia de hoy es absolutamente nefasta, han convertido este ayuntamiento, que es la casa del pueblo, en un búnker para refugiarse de los ciudadanos a los que tienen la obligación de representar, han intentado desarmar a la ciudadanía, pero olvidan que ésta tiene un arma que nadie le puede quitar, que es el voto", espetó.

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