La deuda obliga al Partido Popular a reducir los presupuestos y las inversiones municipales en Cádiz
La ciudad de Cádiz tendrá en 2003 ocho millones menos de presupuesto municipal que en 2002 y verá reducida a más de la mitad las inversiones respecto el año pasado. La elevada deuda del Ayuntamiento de Cádiz, que asciende a 76 millones de euros, impide al gobierno local, del PP, que preside Teófila Martínez, pedir nuevos préstamos bancarios por lo que las partidas presupuestarias sufren un retroceso notable respecto al 2002. El PSOE denunció ayer la "crítica" situación financiera del Consistorio gaditano y advirtió de que repercutirá en el desarrollo económico y la creación de empleo. Frente a los 109 millones de euros de los presupuestos del 2002, el Ayuntamiento de Cádiz ha presupuestado 101 millones para este ejercicio, lo que representa un retroceso del 7%.
Esta reducción se produce a pesar de que el Gobierno central ha concedido este año un estatuto especial permanente a Cádiz en reconocimiento a su insularidad, que rondará los 13 millones frente a los 4,8 que recibía por este concepto. Más ostensible es la reducción de las inversiones que bajan un 54%, de 16 millones en 2002 a 7,35 millones.
Esta bajada de los presupuestos y de las inversiones se produce porque la Ley de Estabilidad Presupuestaria impide al Ayuntamiento gaditano endeudarse más de los 76 millones que arrastra de deuda y casi 18 de déficit. El portavoz del grupo municipal del PSOE, Juan Ortuño, detalló que la actual carga financiera de las arcas locales permiten sólo al Consistorio solicitar un "ridículo e insuficiente" préstamo de 330.000 euros.
La deficiente situación de las cuentas municipales han obligado a la alcaldesa Teófila Martínez a admitir que aprobará, en breve, un nuevo plan de saneamiento -el tercero en sus ocho años de mandato- para acelerar el enjuague de la deuda y el déficit.
A esta "delicada, preocupante y agobiante" tesitura financiera se llega, según Ortuño, debido a la "ineficacia y el fracaso" de la política económica de Martínez que, a su juicio, se ha basado en el "derroche y despilfarro en el gasto superfluo y de propaganda". "Ha fracasado porque no sólo no ha saneado las cuentas sino que las ha empeorado, pese a aplicar una elevada presión fiscal a los gaditanos con los impuestos más caros de todas las capitales andaluzas, a vender prácticamente todo el patrimonio municipal, y a trasladar parte de la deuda consistorial a la empresa municipal Aguas Cádiz", lamentó Ortuño.
