Los hoteleros esperan una buena Semana Santa pese a la crisis

Los catalanes han reducido en un 15% sus viajes de Semana Santa, según la patronal de agencias de viajes ACAV, pero, en cambio, los hoteleros dicen que aún no notan los efectos de la guerra en Irak ni la incipiente crisis económica. Aunque el momento no da pie a la alegría, los hoteleros esperan repetir las cifras del año pasado, cuando las ocupaciones medias rondaron el 80% en las principales zonas turísticas.

En Tarragona, a la incertidumbre por el conflicto bélico se suma la crisis económica que padecen británicos y alemanes, con un gran peso específico como clientes en la Costa Dorada. Aun así, el sector turístico confía en acercar los niveles de visitantes a las cifras alcanzadas el pasado año, con el 82% de ocupación en la zona central de la provincia y el 58% en su totalidad. La amenaza de conflicto bélico ha supuesto una lentificación en las reservas desde el mes de enero para un sector que tan sólo en Cambrils, Salou o La Pineda pone en el mercado más de 35.000 plazas.

El inicio de la guerra, el pasado jueves, ha supuesto "un estancamiento importante", explica Salvador Pellicer, presidente de la asociación hotelera de estas tres localidades. Pellicer confía en que durante las próximas semanas se recupere el ritmo de reservas. Uno de los mercados que no se verá afectado por la guerra es el ruso, del que se prevé que optará por elegir España y Cataluña para sus vacaciones, dado que uno de sus destinos preferidos es Turquía, más implicado en el conflicto. Se espera que 45.000 turistas rusos viajarán a Cataluña a lo largo de toda la campaña estival, informa Lali Cambra.

En Lleida, la abundante nieve que hay en las estaciones de esquí y el inicio de la temporada de los deportes de aventura serán los principales atractivos para las más de 100.000 personas que han elegido el Pirineo de Lleida para sus vacaciones de Semana Santa. Las previsiones turísticas son similares a las del año pasado y se espera que la ocupación supere el 95% en las comarcas de montaña, especialmente en los establecimientos situados en las áreas de influencia de las 11 estaciones de esquí de la provincia. El Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida prevé que entre los días 17 y 21 de abril se registrará la máxima afluencia de turistas en el Pirineo, atraídos sobre todo por la cantidad y calidad de la nieve que se acumula en la mayoría de las pistas de esquí, que se han mantenido abiertas desde el pasado 1 de diciembre, algo que hacía tiempo que no ocurría. Xavier Moncayo, director del patronato, calcula que del 12 al 21 de abril se venderán alrededor de 120.000 forfaits y cifra el impacto económico de estas vacaciones en más de 27 millones de euros, informa Lluís Visa.

La Costa Brava y el Pirineo de Girona mantienen un nivel de reservas similar al de temporadas anteriores. Sólo en enclaves receptores de turismo extranjero a través de agencias mayoristas de viajes, como Lloret de Mar, existe expectación tras encerderse algunas luces de alarma ante un incipiente retroceso de las reservas. Las reservas familiares para la Semana Santa son aún poco significativas porque se realizan con pocos días de antelación, pero las que se contratan en grupo para el verano han bajado ya en un 10%.

Los empresarios turísticos de Girona confían en que el espectacular incremento de conexiones aéreas que ha experimentado el aeropuerto de Girona en los últimos meses -Londres, Milán, Francfort, Dublín, Glasgow, Bruselas- dé pie a una nueva edad de oro para el turismo de la Costa Brava, informa Gerard Bagué.