El ex ministro Pimentel se va del PP en protesta por el apoyo a una "guerra ilícita"

"Con tristeza, adiós". Con este inequívoco titular el ex ministro de Trabajo Manuel Pimentel comunicó ayer que hoy pedirá su baja como militante del Partido Popular por estar en desacuerdo con la decisión de José María Aznar y de la dirección de su partido de apoyar una "guerra ilícita" en Irak, lo que, a su juicio, supone un "error histórico". Su marcha la anunció a través del artículo dominical que habitualmente publica en los diarios del Grupo Joly. Desde la dirección popular se intentó restar trascendencia a la decisión: "Llevaba mucho tiempo alejado de la vida real del partido".

Pimentel ya avisó el pasado día 8 de que se marcharía del PP si el Gobierno apoyaba un "ataque a Irak sin autorización de la ONU". Ayer consumó su advertencia en un artículo en el que deja traslucir las pésimas relaciones que siempre ha mantenido con el presidente del Ejecutivo, José María Aznar, incluso cuando se sentaba en la mesa del Consejo de Ministros. La única llamada directa que recibió Pimentel de Aznar cuando era responsable de la cartera de Trabajo fue para pedirle explicaciones por conceder una entrevista a EL PAÍS.

"Ya no se trata de un desvarío de su presidente", escribe, "se trata de toda una línea estratégica de partido" la que ha dado "su cómplice impulso" a las "bombas que caen en estos momentos". Pimentel, que dimitió como ministro en febrero de 2000 en desacuerdo con la política de inmigración del Gobierno, no quiso ayer hacer declaraciones.

En el PP de Andalucía su marcha no sorprendió ya que desde hacía meses y aprovechando sus colaboraciones periodísticas, Pimentel venía cuestionando el rumbo y los métodos de la dirección popular. Así, el político sevillano calificaba el pasado 2 de marzo de "disparatado" el papel de la oposición en Andalucía, aunque siempre ha preservado de sus críticas a la teórica máxima responsable de los populares andaluces, Teófila Martínez.

El PP rebajó a la escala local la respuesta al ministro. Su antiguo amigo y jefe, el secretario general del PP, Javier Arenas, no quiso hacer declaraciones en un acto que celebró en Almería, y desde la dirección regional se rebotó la pelota a la dirección provincial de Sevilla. "No ha hecho nada que no haya hecho en los últimos tres años. Así que no podemos sorprendernos", dijo el presidente del PP sevillano, Ricardo Tarno, quien descartó que otros militantes se den de baja por la guerra en Irak. "Hoy por hoy ni su salida ni cualquier otra de carácter oportunista van a ir más allá".

Fuentes del PP coinciden en que no es probable otras renuncias significativas, dado el clima de patriotismo interno que impera en el PP. "La agresión exterior fomenta la cohesión interna", aseguró un dirigente.