Málaga y Betis, incapaces ante el gol

No era posible otro marcador. Hay partidos como el que el sábado disputaron Rayo y Atlético que inexplicablemente acaban sin goles y en el que el 0-0 es lo de menos. Pero hay otros, como el que ayer brindaron Betis y Málaga, en el que no hay tantos porque sencillamente no hay una sola oportunidad para marcarlos, y en los que el 0-0 es un castigo insoportable para el espectador. El duelo andaluz ni siquiera dejó una jugada de calidad para el recuerdo.

La irrelevante producción ofensiva de los dos equipos andaluces habla mucho de los problemas que ambos arrastran en las últimas jornadas para construir su juego. No es sólo una cuestión de falta de puntería, sino de criterio, de falta de ideas.

Es elogiable el comportamiento del Málaga, que no evidenció ningún efecto por su desgaste en la noche del jueves cuando cayó en los cuatros de final de la Copa de la UEFA en la tanda de penaltis en Oporto, y que además encaraba el partido con importantes bajas (Contreras, Valcarce, Romero, Bravo y Dely Valdés). Es más, en la primera parte estuvo más entero que el Betis. Pero el Málaga no pasó de ser un equipo bien armado y compuesto. Sólo cuando Sandro entró en el campo en la segunda parte movió el balón con más criterio y con cierta velocidad, y los puntas disfrutaron de espacios libres para maniobrar, aunque sin ninguna brillantez.

El Betis se comportó como un equipo sin moral. Suma ya cinco jornadas sin ganar, crear ocasiones de gol le cuesta un mundo y no consigue librarse de la cadena de lesiones que en los últimos meses afecta a casi toda la plantilla. En La Rosaleda, Víctor Fernández no pudo contar con Rivas, Juanito, Capi y Calado, cuyas bajas se suman a la ya consabida de Alfonso. Para colmo, unas molestias impidieron a Denilson alinearse desde el principio. No pareció el Betis tener demasiada convicción en su juego, pese al incentivo de su presidente, Manuel Ruiz de Lopera, que había ofrecido 120.000 euros a cada jugador si conseguían ganar a Málaga y Valencia. Su único recurso fue el envío de balones en largo para Joao Tomás, un alivio para la defensa del Málaga.

Las únicas ocasiones de gol llegaron en jugadas de estrategia, en sendas faltas de Iznata y Assunçao a la que los porteros respondieron con agilidad. Con Denilson y Benjamín en el campo, y Joaquín fuera de su banda natural, el Betis dominó claramente el último cuarto de hora, pero sin encontrar el camino del gol.