El Celta reivindica el atrevimiento

Necesitaba el Celta un estímulo, una señal que empujase hacia arriba a un equipo con tendencia a encadenarse en su área, y el egipcio Mido cumplió ese papel a la perfección. Con la movilidad del ex jugador del Ajax en la punta del ataque y con una puesta en escena menos acopada de lo habitual, el Celta borró del campo al Athletic, que sólo se dejó ver con el gran gol de Del Horno. No fue un gran partido, pero que el Celta reivindique el protagonismo es toda una noticia.

Mido iluminó el partido desde el primer momento. A los veinte minutos ya había anotado su primer gol, al aprovechar un centro de Cáceres tan generoso como el amago de despeje de Ocio, que le dejó solo frente a Aranzubia. El perfecto control y la definición, por encima del portero, hicieron pensar que el Celta ha acertado con el egipcio. El debutante le dio al equipo lo que Catanha le niega: control del balón, juego de espaldas a la portería y disparo. Se trata de un futbolista alto, pero ágil, que ocupa mucho campo, aunque su rendimiento cayó en picado en la segunda mitad.

Tuvo el Celta en general una pinta más sensata que la de las últimas semanas, con las bandas mejor explotadas y con una preocupación casi inédita por administrar la pelota. El Athletic fue un equipo despersonalizado, sin más proyecto que buscarle la espalda al rival.

En el mayor despliegue del Celta sobre el campo influyó que el Athletic tomara la iniciativa en el marcador. El gol disuadió al equipo de Vigo de andarse con indecisiones. Del Horno le obligó a adelantar las líneas. Con el empate llegó un hecho inédito: McCarthy sustituyó a Ángel, una apuesta de las que no caracterizan a Lotina. Bendita aventura, porque el surafricano enganchó una chilena que desequilibró el partido y demostró que, con una plantilla como la del Celta, el riesgo suele ser el mejor camino.