La irresistible decadencia del alquiler
La inseguridad de los propietarios y una política favorable a la compra debilitan el arrendamiento
Acceder a una vivienda en España se ha convertido en una tarea verdaderamente difícil. Y mucho más si es de alquiler. Sólo el 11,5% de las viviendas están en este régimen, según el último censo publicado por el Instituto Nacional de Estadística, lo que coloca a España en la cola de Europa, donde la media de viviendas en arrendamiento se aproxima al 40%.
La inseguridad de los propietarios, sobre todo ante la lentitud de la justicia en los casos de desahucio, y la escasa rentabilidad del alquiler, en torno al 4% del valor de mercado del piso, han provocado un paulatino descenso de este mercado que contrasta con el mantenimiento de un espectacular, aunque polémico, número de viviendas vacías, casi tres millones.
La decadencia del alquiler tiene mucho que ver también con la política de vivienda del país, claramente tendente a favorecer la adquisición. Pese al increíble aumento del precio de la vivienda, superior al 80% en los últimos cinco años, la burbuja no se desinfla, ya que la inversión inmobiliaria se ha convertido en refugio del dinero. El capital que ha salido de la Bolsa en los últimos tres años equivale a la compra de 400.000 viviendas.
