_
_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Infierno

Ahora que llegan las elecciones, todo el mundo promete y promete; en fin, el infierno está lleno de buenas intenciones.

Pero, bueno, vamos al tema. Estoy en paro, como muchos millones de españoles. Padezco una minusvalía sensorial con un grado del 42%. Llevaba trabajando desde los 18 años y a los 34 me fui al paro. Llevo dos años y medio apuntado en el paro, no me han llamado ni una sola vez para una entrevista, ni siquiera para realizar algún curso, y el paro se me acaba ya. Dicen que van a ayudar a los minusválidos a encontrar trabajo, ja, ja, ja. Cuando alguno de estos "señores" que pretenden representar a Madrid sea minusválido y vaya a pedir trabajo, me encantaría estar delante para que vieran lo que es sentir impotencia y rabia. Tengo estudios, muchos más de los que ustedes creen, pero soy minusválido y no sirvo. No necesito ningún tipo de adaptación para realizar cualquier trabajo, puesto que mi minusvalía es sensorial. Para el que no lo sepa, significa que no necesito de ningún tipo de ayuda, sólo que me hablen un poco alto; puedo andar, correr, jugar con mis hijos, etcétera, sólo necesito un trabajo digno, no pido ser director ni nada de eso, sólo un trabajo; y no es una petición, es una súplica.

Esta carta no servirá para mucho -bueno, para nada-, pero quería expresar cómo me siento, viviendo de mi familia y con vergüenza, porque con 37 años que tengo, ahora me hacen sentir un inútil y ya me veo en el parque dando de comer a las palomitas, qué pena. Creo que tengo mucho que ofrecer y también mucho que aprender, pero ya ven, soy minusválido y no valgo para nada. Lo más penoso es que somos muchos los que estamos así y nos duele la nariz de los portazos que nos pegan por ser lo que somos.

Que conste que no me compadezco de nada ni pretendo dar pena, pero es la cruda realidad.

Tomen nota los señores ministros a los que atañe este problema; o los señores concejales de ayuntamientos y comunidades dejen de prometer y cumplan. Somos minusválidos, pero no tontos, y les aseguro que conozco a más de uno que daría vueltas al mejor de los suyos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_