El PP culpa a PSOE e IU de "incitar" ataques contra sus sedes

Boicoteo de actos públicos, insultos a sus candidatos y a los altos cargos del PP y del Gobierno, pedradas y pintadas con la palabra "asesinos" en sus sedes... El PP se quejó ayer de haber sufrido "medio centenar de agresiones por la crisis de Irak" y las calificó como una "intolerancia política que no se vivía en España, a excepción del País Vasco, desde hace muchos años". En un comunicado, detalló los 42 "principales actos de boicoteo" sufridos este mes, 26 de ellos en los dos últimos días, y responsabilizó directamente al PSOE y a IU de "incitarlos" al "manipular a la opinión pública".

Mientras el coordinador de la campaña electoral del PP para el 25-M, Pío García Escudero, responsabilizaba a los socialistas de esta "radicalización" y de "coartar la libertad de expresión del PP en nombre de la libertad de expresión", el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, acusaba al PSOE de "aspirar a la marginalidad" y actuar como "un piquete" que "jalea" las manifestaciones. Y esto, a su juicio, es "ciertamente preocupante".

El vicepresidente reprochó a los socialistas el "atizar todos los fuegos" y el "jugar con la buena fe de mucha gente" que se opone a la guerra.

42 agresiones

En esa misma línea pero con más crudeza, tres de los cuatro coordinadores de área del PP -Pío García Escudero, Ana Mato y Rafael Hernando- exponían en rueda de prensa el "medio centenar de agresiones" sobre las que han presentado denuncia. Una docena de los 42 incidentes detallados son pintadas con la palabra "asesinos" o con manchas rojas, lanzamiento de huevos o de globos de agua. Del total denunciado por el PP, hay una decena en las que participaron, según el partido del Gobierno, concejales o dirigentes locales o regionales del PSOE y de IU. En las denuncias presentadas ante comisaría, el PP no ha detallado estas acusaciones contra cargos concretos de la oposición. A cambio, el PP hizo "un llamamiento a la responsabilidad del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, para que asuma que en democracia no vale todo, y que el fin no justifica los medios".

La respuesta socialista a estas acusaciones fue formulada por el diputado Diego López Garrido. Aseguró que "violencia no es tirar cuatro huevos a una sede". Y se preguntó. "¿Cómo es posible preocuparse por recibir cuatro huevos, cuando se está al frente de la instigación de la guerra en el momento en que están cayendo bombas y muriendo miles de personas?".