La presión vecinal impide a Proyecto Hombre instalar un centro en un barrio de Alicante

Los cientos de vecinos del barrio Pau II de Alicante que se han opuesto radicalmente a que Proyecto Hombre instale un centro de atención a toxicómanos en la zona han logrado su objetivo. La Fundación Noray Proyecto Hombre de Alicante anunció ayer, en conferencia de prensa ofrecida en el Ayuntamiento junto a alcalde de la ciudad, el popular Luis Díaz Alperi, que abandona el proyecto de instalar el centro que ha proyectado en ese barrio, para el que ya tenía financiación. El Pau II es un barrio de nuevo de cuño, en el que cientos de familias acaban de instalar su residencia.

Representantes de los vecinos negaron las acusaciones de insolidaridad lanzadas por el Ayuntamiento. Éstos se escudan en que las promotoras que les vendieron las viviendas les mostraron un plano que reflejaba en la zona un centro de salud. "Nosotros compramos las viviendas engañados, porque ahí iba un centro de salud, no un centro de toxicómanos", indicó ayer una de las vecinas. Ésta añadió: "No estoy en contra de los centros de toxicómanos, pero sí de que nos engañaran de esa forma".

Los responsables de la iniciativa se mostraron muy críticos con los vecinos que han boicoteado su proyecto. Irónicamente indicaron: "Cuando nos instalemos en otro lugar, nuestras puertas también estarán abiertas a los vecinos del Pau II que lo necesiten". La directora de la Fundación,Ana Robles, mostró su "sorpresa y profunda decepción" por el rechazo vecinal. A juicio de ésta, los vecinos del Pau II ha demostrado "incomprensión e insolidaridad hacia una enfermedad de gran calado social como es la drogadicción", y subrayó el "daño, desprecio y rechazo que esta Asociación de Vecinos ha ocasionado a aquellas personas que la sufren y tratan de salir adelante junto a sus familias".

Integrador

Robles recordó que Proyecto Hombre es un programa terapéutico-educativo para el tratamiento y la prevención de las adicciones a nivel nacional, que está presente en 28 ciudades españolas y mantiene 200 centros en activo. Además, destacó que esta organización tiene carácter "integrador" y quiere contar con la "aceptación, apoyo y participación" de sus vecinos. "Con profundo malestar renunciamos a ubicar nuestras instalaciones en la parcela de propiedad municipal ubicada en el Pau II, cuya cesión estaba prevista, ya que no queremos estar en una zona que ha demostrado de forma tan radical su insolidaridad", dijo .

Alperi lamentó el "rechazo inmoral" de los vecinos y aseguró que el Ayuntamiento trabajará ahora para buscar otra ubicación. El alcalde, como muestra de la insolidaridad vecinal a este tipo de instalaciones, aseguró que el párroco de la pedanía de Sanra Faz le ha amenazado con criticar desde el púlpito la instalación de un centro en ese lugar.