Nota al pie
A PEPYS le encantaba el jerez (lo ha atestiguado secularmente la etiqueta del Dry Sack), sabía cuándo hay que enviar "an en hora buena (...) or a pesa me" y hasta se interesaba por "the Spanish way of walking, when three together". La versión inglesa de Los empeños de seis horas, de Antonio Coello, le parecía "la mejor comedia que jamás he visto ni creo que veré". Pero los extremos más deliciosos del hispanismo de don Samuel son la espléndida colección de pliegos sueltos, fábula de bibliófilos, y las confesiones obscenas del diario.
Valga un extracto: "And yo did take her, the first time in my life, sobra mi genu and poner mi mano sub her jupes and toca su thigh, which did hazer me great pleasure; and so did no more, but besando-la to my bed". O todavía otro: "Though I did intend para haber demorado con ella toda la night, yet when I have done ce que je voudrais, I did hate both ella and la cosa; and taking occasion from the uncertainty of su marido's return esta noche, I did me levar".
De mayo de 1780 a marzo de 1808, cuando el "ingreso of Galli" en Madrid, Moratín hijo fue anotando en versión también plurilingüe sus correrías eróticas y el resto de sus trajines rutinarios. Por ejemplo: "Chez (Angélica) Incontri, tactus in cunnum. Chez Narildo; cum il, calesín, montagnuola. Calles, café"; "Ad Corraliza videre Michaelitus. Chez Conde; cum il, ad alcahueta ex heri, ubi ragazza Pampilonense, cum qua scherzi. Cum il and Cabezas, promenade".
Pepys reserva el español y la lengua franca (como en "sobra mi genu") para las deshonestidades. Frente a la estupenda prosa de los cuadernos de viaje por Europa, don Leandro sólo recurre al híbrido de latín, castellano, francés, italiano e inglés para consignar las menudencias cotidianas.
Siglos atrás, entre 1344 y 1349, Petrarca había registrado minuciosamente sus pecados contra el sexto mandamiento (y contra el voto de castidad) en las guardas de un códice que contiene la correspondencia de Abelardo y Eloísa. Para salvarse de fisgones, precisaba la modalidad o especie de cada desliz sirviéndose de unos signos que seguimos sin descifrar; pero los otros apuntes están en latín, la única lengua que le era en verdad natural.
Explique cada cual como le convenga esa silva poliglota de trivialidades e indecencias.
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