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Una biografía presenta a El Tempranillo como un líder rebelde contra el absolutismo de Fernando VII

José María El Tempranillo, el más famoso de los bandoleros andaluces, medía metro y medio, era moreno y poco agraciado, como sostenía Richard Ford, el único de los escritores extranjeros que lo conoció, y fue un niño expósito, según el historiador malagueño José Antonio Rodríguez Martín, que ha escrito una biografía del mítico bandido. José María El Tempranillo se ha publicado en la editorial Castillo Anzur, creada por la Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de la Ruta del Tempranillo, que discurre por los vértices de las provincias de Córdoba, Sevilla y Málaga.

"Es casi seguro que nació en Jauja, una aldea de Lucena, en 1805. Creo que fue adoptado por el matrimonio Hinojosa Cobacho, que lo sacó de la Casa Cuna de Lucena a cambio de dinero, y que José Pelagio Hinojosa Cobacho, al que se tradicionalmente ha identificado con El Tempranillo, era en realidad su hermanastro", afirma el autor, que ha buceado en archivos históricos municipales y nacionales, diocesanos y de protocolo para reconstruir la vida del bandolero.

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Más que como delincuente, Rodríguez Martín lo presenta como un rebelde contra el absolutismo de Fernando VII, con contactos con liberales como José María Torrijos. "Se convierte en un problema nacional. De ningún bandolero se preocupó tanto Fernando VII y sus consejos de ministros, no sólo por sus actividades delictivas, sino políticas. Sus partidas iban más allá del robo, intentaba cambiar el régimen político", añade.

"Era listo y ladino", continúa. "Por eso, el rey, ante las presiones de los ricos hacendados andaluces, "decidió que era mejor indultarlo y ponerlo a perseguir malhechores y bandidos". El Tempranillo y sus hombres forman en 1832 la Partida de a Caballo de Andalucía, a las órdenes del Capitán General, para extinguir el bandolerismo que tanto había practicado. En una de esas batidas, tan solo un año después, encontraría la muerte a manos de El Barberillo, bandido de Estepa, que le disparó en el cortijo de Buenavista, cerca de la sierra de Camorra. "A su hijo le legó pocos bienes. En realidad tuvo dos, no uno como se sostiene. Era muy generoso, repartía lo que robaba entre los pobres. Esa imagen mítica de la literatura se confirma desde el punto de vista histórico", precisa.

Escritores como Ford, Prosper Mérimée, Theophile Gautier, George Denis o Samuel Edward Cook dieron noticias del personaje. "Algunos confundieron al lector y distorsionaron la imagen de Andalucía, pero otros acertaron, porque se ha comprobado documentalmente". A Rodríguez Martín le ha sorprendido la cantidad de documentación que existe en archivos sobre el bandolero sin publicar.

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