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Crítica:LA LIDIA | FERIA DE FALLAS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Ni toros ni rivales

Mano a mano de guante blanco; sin pasión, ni en el ruedo ni en los tendidos. Sin rivalidad, ni real ni ficticia. Y sin toros. En fin, mano a mano para la galería. Nunca un enfrentamiento entre dos toreros, supuestamente antagonistas, tuvo tanta falsedad. Ni un quite, ni un amago de competencia. Cada cual a lo suyo, y la gente, con los dos, cosa que siempre resultó incompatible en lances como el anunciado ayer en Valencia. El resultado, una mueca de mano a mano.

Ponce y Juli, ayer se demostró, no son rivales. Cada uno juega su papel, sin molestar al contrario. Visto lo visto, se diría que firmaron un pacto de no agresión. Se alinearon con el clamor de estos días y proclamaron un rotundo "No a la guerra", en este caso se entiende que a la taurina. Y se repartieron, como buenos hermanos, seis tullidos ejemplares, supuestamente artistas, de Juan Pedro Domecq.

Domecq / Ponce, El Juli

Seis toros de Juan Pedro Domecq, mal presentados, pobres de cara, sin trapío y muy flojos. El 3º, muy noble y con calidad, destacó.

Enrique Ponce: -aviso- pinchazo y descabello (oreja); pinchazo -primer aviso- y media -segundo aviso- (saludos); pinchazo que basta (silencio). El Juli: pinchazo -aviso- y casi media tendida (saludos); pinchazo y entera (silencio); dos pinchazos y entera trasera (ovación).

Plaza de Valencia, 14 de marzo. 6ª de Feria. Lleno.

La tarde estelar de las Fallas, así calificada por todo el mundo, perdió luces y se cubrió de sombras gracias a esa corrida de Domecq. Primero, porque fue lote sin imagen ni contenido; segundo, porque, además de una endeblez manifiesta, dieron una verdadera exhibición de falta de raza, casta y otras prendas que definen al verdadero toro de lidia.

Con todo, si no llega a ser por el banderillero Bourret, que manejó la puntilla sin acierto, Ponce sale a hombros. Porque puso en orden todas sus virtudes y le cuajó al tercero una faena que, de tener enfrente un toro con presencia, hubiera alcanzado la nota de histórica. Su toreo con la izquierda, recreada, una delicia. Con el dócil primero, Ponce se placeó. Ante la bazofia que hizo quinto, lo dejó para mejor ocasión.

El Juli le faltó al respeto al distraído segundo y se llevó una voltereta impresionante. Vulgar antes, esa cogida sirvió para que el público pidiera una oreja bien desatendida desde el palco. De puntillas en el cuarto, se puso esforzado con el impresentable sexto. Banderilleó animoso y la faena, muy burocrática ella, tampoco arregló lo que no tenía arreglo. Su mérito, mantenerse en el ruedo tras la paliza recibida.

Enrique Ponce se dobla por bajo con el toro que abrió plaza.
Enrique Ponce se dobla por bajo con el toro que abrió plaza.CARLES FRANCESC

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