'Los lunes al sol' se estrena en Francia con muy buenas críticas
Los lunes al sol, la película de Fernando León, se estrenó ayer, miércoles, en Francia, con 30 copias -10 de ellas destinadas a París- y precedida de excelentes críticas. Para Edouard Waintrop, en Libération, "Fernando León ha reencontrado los méritos de un cine popular" y ha logrado que "riamos mucho ante una historia tan sombría". El propio Weintrop deja que sea Javier Bardem quien explique la calidad de esa risa: "Hay mil maneras de hablar de esos problemas y Fernando ha escogido, creo que con toda la razón, la vía del humor. Nos reímos pero nunca a costa de los personajes".
Los personajes, el grupo de parados, ha impresionado a una crítica francesa que hasta ahora sólo tenía ojos para Pedro Almodóvar. "La película da a esos desheredados de la vida la nobleza emocionante de los humillados y ofendidos", concluye en Le Figaro Marie-Noëlle Tranchant. En Le Monde, Tomas Sotinel recuerda que los héroes de Los lunes al sol "comparten la desesperación de los personajes de Robert Guédiguian y Ken Loach" y comprende "que el puerto de Vigo podría hermanarse al de Marsella o al de Glasgow". Estamos en pleno cine social pero, como subraya la corresponsal del mismo diario en Madrid, Martine Silber, "el paro es la preocupación prioritaria de los españoles y el cine de reflexión o de crítica social, si aborda los problemas que interesan a la gran mayoría, no tiene por qué ser menos comercial que otros tipos de cine".
Elogios a Bardem
En la revista Elle, Javier Bardem es presentado "como un Depardieu ibérico" y se alaban sus dotes de camaleón al tiempo que se señalan sus "gestos de tímido que no logra asumir su impresionante fisonomía". Recuerdan el pasado militante de su tío el cineasta Juan Antonio Bardem, pero, sobre todo, se dejan fascinar "por esa suerte de melancolía que atraviesa ese gigante capaz de interpretar todo tipo de papeles". En France Soir, Bardem se reivindica comunista: "Lo digo a menudo, el comunismo es un guión magnífico en manos de pésimos directores". Para este popular diario de París, "la película es en España un fenómeno social, con sus 2,5 millones de espectadores y una avalancha de premios".
En Libération, se pone de relieve que el filme y los profesionales del cine han catalizado "la aznarofobia galopante favorecida por la marea negra en Galicia y el respaldo a Bush, que ha hecho desbordar el vaso", mientras que Le Figaro se hace eco de la voluntad de Fernando León de que, "a pesar de que el cine no sea un arma, como decían los soviéticos, tampoco hay que utilizarlo como un juguete".
Para que todo ese concierto de elogios suene aún más auténtico, faltaba una voz discordante. Les Cahiers du Cinéma, comparando la película con una canción en esperanto destinada al Festival de Eurovisión y titulada Si todos los parados del mundo se diesen la mano, aporta la imprescindible dosis de mala fe.
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