"Los primeros humanos que salieron de África tenían un cerebro muy pequeño"
El yacimiento del paleolítico inferior de Dmanisi, en la República de Georgia, hallado bajo las ruinas de una vieja ciudad de la Edad Media, se ha convertido en un lugar clave de la paleontología mundial por su extraordinaria colección de restos de homínidos. Se trata de numerosos y bien conservados fósiles de una enorme antigüedad, 1.750.000 años, pertenecientes a una misma especie de antecesor del hombre -quizá un paso intermedio entre Homo habilis y Homo erectus- que parece haber sido el primer homínido en abandonar la cuna africana. De hecho, los restos de Dmanisi son los más antiguos de homínidos hallados fuera de África y su aspecto es muy similar al de los primeros homo africanos. El director de las excavaciones en este emplazamiento caucásico que ha dinamitado las teorías sobre la primera emigración humana -que se situaba en hace un millón o un millón y medio de años y con homínidos con cerebros bien desarrollados- es el paleontólogo David Lordkipanidze (Tifles, 1963), un investigador que afirma que su pasión por la novela negra le ha preparado muy bien para escudriñar en la complicada genealogía humana. Lordkipanidze visitó Barcelona para dar una conferencia en el Museo de la Ciencia de la Fundación La Caixa.
"Para mí, 'Homo georgicus' es, de momento, un nombre provisional"
Pregunta. Recapitulemos. ¿Qué tienen ahí, en Dmanisi?
Respuesta. Lo más importante es la edad: son restos de 1,75 millones de años, datados de una manera muy precisa. Fósiles humanos de media docena de individuos, tres cráneos publicados -estamos limpiando un cuarto que apareció este verano-, tres mandíbulas, algún fragmento poscraneal y otros huesos. Se trata de la colección de restos de homínidos más rica del mundo de un solo yacimiento y de este periodo. Otra cosa muy importante es que hay muchas herramientas de piedra, no las achelenses que se vinculaban a los primeros pioneros humanos, sino mucho más primitivas, olduvainas, como las más antiguas que conocemos. Además, no sólo hay huesos humanos, sino también muchos de animales, un conjunto enorme, que contextualiza perfectamente el yacimiento. ¡Y apenas hemos excavado el 5% del lugar! Hay un gran potencial aquí.
P. Primero fueron los dos cráneos presentados en 2000; luego, el tercero, espectacular por su estado de conservación y publicado el pasado verano. Se dijo que éste tenía características más arcaicas.
R. Hay diferencias, pero nuestra hipótesis es que se deben a la variabilidad de la misma especie, algo de lo que tenemos muy pocos ejemplos en el registro fósil. Los tres son de la misma antigüedad, como el resto de los fósiles humanos que hemos encontrado, entre ellos una mandíbula de un individuo muy viejo, todos en el mismo nivel y en un radio de 30 metros. Es un conjunto muy homogéneo, y por ello una oportunidad única para estudiar un grupo de homínidos. La característica común de los cráneos es que son pequeños, con una capacidad muy reducida; el último, casi sin nariz y con caninos enormes, de 600 centímetros cúbicos, en el límite del género homo; están todos muy bien conservados.
P. ¿Son una nueva especie? Se ha hablado de Homo georgicus.
R. Hay que ser muy prudentes en esto. Son los primeros fósiles entre Homo habilis y Homo erectus en sentido amplio. No creo que tengamos una respuesta definitiva aún. Para mí, Homo georgicus es, de momento, un nombre provisional. Un problema fundamental es que para definir estos ejemplares como nueva especie necesitaríamos otros elementos clave del cuerpo y no conocemos las proporciones, no tenemos las extremidades. Yo creo que encontraremos argumentos más serios para definirlos como algo nuevo.
P. Pero son más antiguos que Homo erectus.
R. Todo el mundo está de acuerdo en eso. Es el mejor candidato que conocemos para ancestro de Homo erectus.
P. La cuestión es cómo han venido a parar esos homínidos tan antiguos a Georgia.
R. Cierto. Si los hubiéramos encontrado en África hace 40 años, se los calificaría de Homo habilis, seguro.
P. ¿Cuándo salieron de África?
R. Bueno, hace más de 1,7 millones de años, eso está clarísimo. Ése el gran tema de Dmanisi. Los homínidos salieron de la cuna africana antes de lo que se pensaba, y cuando lo hicieron eran mucho más primitivos de lo que podíamos imaginar, con un cerebro realmente pequeño, hasta menos de la mitad del de un hombre moderno. Esto cambia también la idea de por qué los humanos abandonaron África.
P. ¿Por qué lo hicieron?
R. No desde luego por un gran desarrollo del cerebro. Yo diría que no hubo una única razón. El caso es que podían irse y querían irse. No creo que fuera algo forzado. Seguramente se trató de razones más biológicas que ecológicas. La dieta cambió, se hizo más carnívora, y entonces se amplió su hábitat. Quizá se trató también de curiosidad...
P. ¿Cuánto pudieron tardar hasta llegar a Dmanisi?
R. No demasiado, ¿mil años?, ¿diez mil? Unas 50 generaciones probablemente. No tenemos modelos. Encontraron en Dmanisi un buen lugar para vivir, con una enorme variedad de recursos y a resguardo de las sequías. No se quedaron por casualidad.
P. Tampoco estuvieron mucho tiempo.
R. Quizá unos 600 u 800 años. Es posible que algunos descendientes hayan sido ancestros de poblaciones asiáticas. Los homínidos de Dmanisi parecen haber sido la fuente de una irradiación hacia el Este y el Oeste.
P. Ustedes consideran a sus fósiles los primeros europeos. Hay controversia acerca de si Georgia pertenece a Europa o a Asia.
R. Los georgianos nos consideramos europeos. En todo caso, los homínidos de Dmanisi son los ancestros de los europeos. Parece que los asentamientos de Europa empiezan aquí.
P. El reconocimiento de la trascendencia de los hallazgos de Dmanisi no ha sido lo que se dice rápido.
R. Dmanisi ha pasado 10, 12 años entre dudas y escepticismo antes de ser aceptado. No fue fácil. Pero ahora ha ocurrido. ¡Hemos publicado tres artículos en Science! Es difícil cambiar las visiones establecidas en paleontología humana, y más desde un país pequeño como el nuestro.
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