Cascos achaca los fallos del AVE a que España prueba un "sistema de vanguardia"
El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, ofreció ayer un nuevo argumento contra las críticas de los socialistas, que le reprochaban los problemas que está viviendo el AVE Madrid-Lleida. "España es pionera en Europa en la instalación del sistema ERTMS [sistema de señalización y control cuyo retraso está dificultando la puesta en marcha del tren]. Esa decisión se sigue demostrando cada día que pasa más acertada, a pesar de los riesgos que pueda suponer su entrada en funcionamiento", sostuvo tajante como justificación el ministro en la Comisión Mixta sobre la Unión Europea.
El propio Álvarez-Cascos se encargó, a la salida, de despejar las dudas sobre esos "riesgos" de los que él mismo habló. Aclaró que se refería sólo a un problema de plazos y achacó todas las culpas a las empresas adjudicatarias, que no han sabido, según él, tener listo a tiempo el nuevo sistema de ERTMS. En ningún momento se refería a los accidentes, que sigue achacando a un sabotaje.
Tanto insistió en este argumento que el diputado socialista José Segura le dijo: "El ERTMS no es una iniciativa feliz que la divina providencia haya llevado al Gobierno español, sino que ya existía desde el año 1996 en normas comunitarias que son de obligado cumplimiento en el año 2003. ¿Que España es uno de los países de la UE que más ha avanzado en su implementación? Sí, pero lo que le he querido decir es que no debían haber corrido tanto".
El ministro, en un tono muy pausado que le agradecieron incluso los diputados de la oposición, presumió en todo momento de la gestión del AVE y no asumió ninguna crítica, a pesar de que los socialistas hablaron de "fracaso de colosales dimensiones" del GIF. Insistió en que España es la "proa de la interoperabilidad ferroviaria en Europa" al usar este "sistema de vanguardia". Esto quiere decir, explicó, que al ser el primer país en introducir el ERMTS, está demostrando que tiene interés en eliminar las barreras de la alta velocidad entre los distintos países, ya que ese sistema es el único que armoniza todos.
A la salida, con la prensa y sin diputados para contestarle, el ministro fue mucho más duro. Sobre todo cuando achacó los retrasos a los Gobiernos socialistas: "El AVE debió llegar a Barcelona en 2002. Yo ya lo decía desde 1989. Ha habido un retraso político de 10 años".
