Estudiantes y profesores abuchean a Gallardón en un acto en la universidad

"El PP no quiere la paz". "No a la guerra". "No a la guerra, no con mi silencio". Alrededor de 50 profesores y alumnos de la Universidad Complutense abuchearon ayer al presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, durante la inauguración de la Facultad de Informática, por la política del PP en el conflicto con Irak. Ruiz-Gallardón fue increpado por los asistentes, que le acompañaron con sus gritos y pancartas durante su visita a la instalaciones e impidieron que pronunciara su discurso.

El presidente regional sólo varió una parte del recorrido: decidió pronunciar su discurso no en la sala de juntas, donde estaba previsto, sino en el salón de actos, de mayor capacidad. A tenor de las protestas, Ruiz-Galladón invitó a los manifestantes a que designaran a un representante para que hablara. Marcelo fue el estudiante elegido para subir al estrado y leer un manifiesto de oposición a la guerra. También anunció la convocatoria de un paro general en facultades y escuelas universitarias "los días siguientes de comenzar la guerra oficial" y de dos manifestaciones para los días 13 y 15 entre Moncloa y la plaza de España.

Tras la alocución del estudiante, Ruiz-Gallardón intentó reanudar su discurso, pero las protestas seguían y decidió irse. Y lo hizo andando, tras despedir el coche oficial. Tomó un autobús de la EMT y con él se subieron una veintena de estudiantes; el resto se sentó en la calzada, delante del vehículo, para impedir que arrancara. En vista de la situación, el presidente madrileño optó por seguir a pie hasta la boca de metro de la Ciudad Universitaria, frente a la Facultad de Ciencias de la Información. Ruiz-Gallardón entró al metro con su abono-transporte y rodeado de estudiantes. Todos compartieron vagón, con transbordo en Cuatro Caminos, hasta la Puerta del Sol. El dirigente del PP tuvo que oír, durante casi media hora más, las protestas estudiantiles.

También la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, fue abucheada ayer por un grupo de pacifistas cuando visitaba el Mueso de Arqueología de Asturias, en Oviedo.