Querella contra la directora de un centro de acogida por abandonar a un joven de 14 años
El fiscal de menores, Justino Zapatero, ha interpuesto una querella contra la directora del centro de acogida de menores Isabel Clara Eugenia, dependiente de la Comunidad de Madrid, por el supuesto abandono de un menor. Este delito lleva aparejada una pena de hasta dos años de cárcel.
El menor, un inmigrante marroquí, de 14 años, acudió al centro la tarde-noche del pasado 24 de septiembre y un vigilante le prohibió la entrada. Alegó que no podía dejarle entrar porque tenía órdenes de la directora de prohibir la entrada a cualquier menor que hubiese estado previamente en el centro y lo hubiese abandonado. La directora del centro, Isabel B. C., es una religiosa de la orden de San Vicente Paul.
El adolescente, que no sabe hablar castellano, se marchó y estuvo vagando por Madrid durante 11 horas. La Policía Municipal le descubrió sobre las 3.30 del día siguiente, 25 de septiembre, a las puertas del bingo Pegaso. Estaba aterido de "frío, con hambre y soledad", según han explicado a este periódico fuentes jurídicas.
El portero del bingo, que tiene la misma nacionalidad que el menor, fue quien avisó a los agentes del estado del chico, y además actuó de intérprete entre éste y aquéllos. El chico no sabía dónde ir y, al ver que el portero era de su país, buscó consuelo en él.
Los policías le dieron alimentos aquella noche y le llevaron al juzgado de guardia, al hospital de La Paz y al Grume (Grupo de Menores del Cuerpo Nacional de Policía) para obtener autorización para ingresarle en un centro de acogida. Finalmente, sobre las 7.00, le llevaron al centro del que le habían echado 11 horas antes. Esta vez, sí fue atendido. En su querella, el fiscal asegura que la negativa del centro a acoger al menor llevó a éste a una "peregrinación por Madrid absolutamente innecesaria".
Edad biológica
Según fuentes de la investigación, la directora del centro ha declarado ante la fiscalía en calidad de imputada. Y ha asegurado que no existe una norma escrita que prohíba recibir en el centro a menores que llegan sin la compañía de un mayor. El centro exigió a la policía que se le practicara al menor una radiografía de los huesos de la muñeca izquierda para determinar su edad biológica.
La directora ha declarado que si un menor acude solo al centro, siempre debe acogérsele, se haya fugado o no del mismo, pero sin perjuicio de que luego se efectúen las pruebas pertinentes para verificar su edad real. No obstante, aclara que si el menor llega sin habérsele hecho esa prueba, el protocolo exige que se le haga antes de ingresar en el centro; o, en caso contrario, que se le lleve a otro centro; por ejemplo, el de Hortaleza, que es para menores de entre 14 y 16 años. Su centro, según aseguró la directora al fiscal, sólo puede acoger a menores de entre 0 y 14 años.
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