Gobierno y Junta se niegan a prohibir la fiesta 'hippy' de Órgiva

La subdelegación del Gobierno y la Junta se negaron ayer a prohibir la concentración hippy de Órgiva (Granada), tal como había pedido el alcalde, Adolfo Martín Padial (PP). Las Administraciones vigilarán la fiesta y garantizarán el ejercicio de derechos y libertades. El viernes el alcalde dictó un bando el que anunciaba que sería necesario disponer de un permiso municipal para llegar a la acampada.

El representante del Gobierno en Granada, Alfonso Marín Sicilia, y de la Junta, Mariano Gutiérrez Terrón, se reunieron ayer tarde en Órgiva con el alcalde, y dos horas después los tres suscribieron un comunicado que elude cualquier referencia a la prohibición de la fiesta. El texto precisa que se vigilará el cumplimiento de la legalidad y que se actuará administrativamente contra los infractores, pero siempre garantizando los derechos individuales.

El comunicado contrasta con el bando dictado el viernes por el alcalde con el propósito de controlar el acceso a la zona de acampada en el que advertía que sólo se permitiría el paso a los residentes que además dispusieran de un permiso especial expedido por el propio Ayuntamiento.

"Aquellos que sean residentes deben pasarse por este Ayuntamiento al objeto de obtener la debida autorización", precisa el bando que fue distribuido por los establecimientos comerciales de Órgiva. No obstante, hacia las cinco de la tarde de ayer, este periódico comprobó que no había ningún control de acceso, aunque habían sido intervenidos ocho vehículos que carecían de documentación.

Mientras se celebraba la reunión, una veintena de campistas se concentró festivamente ante el Ayuntamiento, a la vez que repartía pasteles e improvisaba un concierto.