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Reportaje:

La policía lucha contra 19 bandas organizadas

La tesis oficial rechaza las estimaciones de la UE de que en España actúan 486 grupos de delincuentes estructurados

Son exactamente 19 las bandas de delincuencia organizada que operan en España. "Ni más, ni menos". La policía sostiene que la alarma creada en torno a la seguridad ciudadana está alejada de la realidad: "La Unión Europea considera 'grupo organizado' a aquéllos que están integrados por tres o más individuos y, por eso, calcula que en España actúan 486 bandas de delincuencia organizada. Pero si nos ajustáramos a esa definición se podría decir que, en cada barrio, hay decenas", explica José María Seara, portavoz de la Dirección General de Policía.

"Cuando nosotros hablamos de delincuencia organizada nos referimos a grupos de entre 8 y 30 miembros, plenamente organizados, estables y con división de tareas delictivas, gente que hace de la delincuencia su modo de vida. De ésos, sólo tenemos detectados 19 grupos", agrega.

"En 2002 se detuvo a 2.831 personas y fueron investigadas más de 5.300"
"Aquí no existen organizaciones mafiosas como la Camorra o la N'drangheta"

Los frecuentes tiroteos que en los últimos meses se han producido en las calles de las ciudades españolas parecen cuestionar esta cifra y generar la sensación de que cada vez más bandas organizadas se están asentando en el país: el viernes pasado un ecuatoriano de 27 años resultó herido tras recibir un disparo en la cara en Tres Cantos (Madrid); la semana anterior una mujer de 79 años moría por los golpes que le propinó un individuo para robarle 50 euros en su casa de Málaga; el 28 de febrero, un madrileño de 26 años moría tiroteado desde una moto cuando viajaba en un coche por la capital; dos días antes dos ciudadanos búlgaros fichados por la policía eran acribillados por un hombre armado con un Kaláshnikov en una barrio del norte de Madrid; en Pamplona el dueño de dos clubes de alterne era asesinado el pasado 15 de febrero en su propio garaje tras recibir dos disparos de escopeta... ¿Hay motivo para la alarma?

La versión oficial de la policía es que en la mayoría de los casos se trata de ajustes de cuentas entre los integrantes de las bandas, individuos cada vez más violentos, que no tienen prejuicios en disparar a la mínima, por competencias o por pequeñas deudas. Y en la medida en que "se matan entre ellos" el problema es menor. Fuentes policiales aseguran que las armas utilizadas proceden, en su mayor parte, de los países del Este: "Antiguos militares, miembros de instituciones de fuerzas de seguridad o personas que han vivido conflictos bélicos como el de los Balcanes y que han tenido acceso a armas"; o proceden del mercado negro de conflictos como el de Colombia.

En contra de la opinión generalizada, la policía asegura que no hay mafias en España: "Aquí no hay organizaciones mafiosas, como la Camorra napolitana o la N'drangheta calabresa. Las triadas chinas suelen actuar en Estados Unidos, pero ni siquiera saben donde está España". Y precisan que algunos de los miembros de esas redes utilizan España como refugio, adonde llegan como turistas. "Pero cuando aterrizan, la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (UDYCO) ejerce un férreo control sobre ellos", agregan.

La versión de los sindicatos policiales es justamente la contraria: "La distinción entre bandas grandes y bandas pequeñas o de delincuencia organizada y pequeña delincuencia es ficticia. Los hurtos, los robos de coches y de casas, de carteras, los tirones... ya no los realiza el toxicómano o el delincuente aislado. Todas esas tipologías delictivas están protagonizadas por bandas organizadas, mayores o menores, pero coordinadas para cometer delitos. Y eso es justamente lo que afecta al ciudadano", explica José Manuel Sánchez Fornet, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP).

De hecho, según fuentes policiales, esas 19 bandas organizadas detectadas en España practican a la vez varios tipos de delitos, "desde el robo de un coche, hasta llevar una mercancía a un determinado lugar, falsificar la documentación, vender la mercancía, blanquear el dinero, extorsionar... y actúan por todo el territorio español".

No obstante, existe cierta especialización por delitos y nacionalidades que ya viene siendo tradicional: los franceses se dedican al tráfico de estupefacientes y psicotrópicos; los británicos también comercian con drogas y utilizan a España como trampolín para venderlas en su país; los colombianos, principalmente al tráfico de cocaína; los marroquíes, al de hachís y al de personas; al igual que los rumanos que además promueven la prostitución... Los latinoamericanos (colombianos, venezolanos, ecuatorianos, chilenos, peruanos y argentinos) se relacionan entre ellos, aunque es raro que lo hagan con españoles y que éstos lleguen a formar parte de sus organizaciones. Los europeos occidentales, sin embargo, sí establecen más vínculos con el hampa nacional. Estos últimos se establecen fundamentalmente en la Costa del Sol donde controlan el tráfico de hachís. "De los delitos cometidos el año pasado, más del 50% los perpetraron extranjeros", dice el comisario jefe provincial de Málaga, Florentino Villabona. "En la Costa del Sol desde siempre actúan británicos y franceses. Pero estamos empezando a detectar grupos de lituanos, moldavos y rusos que se han introducido en su mercado, aunque también realizan robos de coches y a domicilios. En los dos últimos meses hemos detenido a 788 miembros de estos grupos", añade.

Aunque la policía cree tener detectado el número de bandas que operan en el país e insiste en que son 19, lo que no está tan claro y lo que nadie se atreve a aventurar es de cuántas personas se trata. Pero las mismas fuentes policiales aportan un dato que puede dar una idea de la dimensión del problema: en 2002 fueron detenidos 2.831 implicados en redes de cierta estructura y fueron investigadas más de 5.300 personas.

"Lo pongan como lo pongan, los datos son demoledores y la situación es preocupante", asegura Sánchez Fornet: "En 2002, la tasa de criminalidad por cada 1.000 habitantes era de un 51,4% [la más alta desde 1987]; estamos por encima de cualquier país de la UE en homicidios: 3,3 por cada 100.000 habitantes en 2000; somos el segundo país en robo de coches por detrás de Portugal; y encima el 65% de los delitos se cometen en fin de semana cuando actualmente nuestras comisarías están más vacías".

En todo caso, el empeño de la policía en reducir el número de bandas que operan en el país, de 486 (dato UE) a 19, no soluciona el problema de fondo: la sensación de inseguridad ciudadana. Esta misma semana se reunían en Madrid los máximos responsables de la Jefatura Superior de Policía y concluían la necesidad de reforzar la unidad de delincuencia organizada y potenciar así las investigaciones para identificar a los miembros de las bandas y probar su implicación delictiva. Algo que, por otra parte, vienen demandando desde hace años los sindicatos y los casi 350 comisarios españoles, cansados de sentirse como "gestores de servicios mínimos" con algo más de 47.600 agentes a su cargo.

La policía detiene a un sospechoso en una calle de Madrid.
La policía detiene a un sospechoso en una calle de Madrid.CRISTÓBAL MANUEL

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