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Reportaje:

Las prioridades de Bruselas

La CE revisa su programa de nuevas redes de transporte europeas, donde el AVE Madrid-Valencia tiene rango menor

Cristina Vázquez

Europa revisa sus prioridades en el capítulo de grandes infraestructuras de transporte de cara a la ampliacion de la Unión. La Línea de Alta Velocidad (LAV) Madrid-Castilla-La Mancha-Comunidad Valenciana-Murcia, incluida en los proyectos no prioritarios de la Trans-European Transport Network (TEN), sólo cuenta con 37 millones de euros hasta 2006 de fondos europeos para la redacción de estudios. Es, además, el proyecto ferroviario que, cuatro años después de su anuncio, arrastra más retraso en su ejecución. Hoy sólo están en obras 54 de los más de 300 kilómetros de trazado de la línea.

La LAV o AVE Madrid-Comunidad Valenciana pierde cada día que pasa posibilidades de recibir el apoyo financiero de la Unión Europea. Casi cuatro años después de que los presidentes de la Comunidad Valenciana, Madrid y Castilla-La Mancha, José Bono, presentasen el proyecto (el pacto de Murcia, que extendió la línea hasta esta región, fue en 2001), el corredor valenciano no tiene asignados ni Fondos Feder ni los de Cohesión para la construcción de la línea. Una tercera vía posible, el Trans-European Network, que recoge el proyecto como no prioritario, sólo dedica para el periodo 2001-2006 un presupuesto de 37 millones de euros para la financiación de estudios. La LAV Madrid-Valencia sigue sin tener despejado el apoyo económico de Europa.

Sin respaldo europeo, la línea valenciana de alta velocidad necesita financiación estatal

En Bruselas, los altos funcionarios de la Comisión se preparan para la ampliación y de momento se han propuesto la revisión de los proyectos del TEN. La comisaria de Transportes, la española Loyola de Palacio, encargó a principios de año a un grupo de expertos la revisión de los 14 proyectos propuestos en los consejos europeos de Essen (1994) y Dublín (1996) -de los que sólo se han completado tres-, y de otros seis propuestos por la Comisión en octubre de 2001. El diagnóstico es claro: El libro blanco del Transporte en Europa asegura que seis años después de aprobarse el TEN, sólo se han completado el 20% de los proyectos. Los más retrasados, reconoce De Palacio, son los proyectos transfronterizos y los ferroviarios.

Esta comisión, presidida por el ex vicepresidente de la CE Karen Van Miert, está representada por cada estado miembro y por los 12 países candidatos a la ampliación. "La UE debe definir claramente qué proyectos son prioritarios para el tráfico entre los estados miembros y a la vez aseguran un desarrollo sostenible", asegura un comunicado acerca del objetivo de esta comisión. Sus recomendaciones jugarán un papel decisivo en la toma de decisiones de la Comisión Europea. Los proyectos seleccionados -la decisión se tomará en 2003- deberán, según la comisaria europea de Transportes, mejorar las condiciones del tráfico de los pasillos internacionales y eliminar los cuellos de botella de las rutas principales, así como promover la interoperabilidad entre las redes regionales.

En el listado de proyectos de la TEN, varios implican a España: la conexión intermodal de Portugal y España con el resto de Europa, la conexión ferroviaria hispano-francesa a través de los Pirineos, la construcción del AVE Madrid-Barcelona-Frontera Francesa y del Madrid-Vitoria-Dax, la interoperabilidad con el ancho de vía ibérico y la eliminación de los cuellos de botella en el tráfico ferroviario de pasajeros. La LAV Madrid-Valencia está recogida a todos los efectos como beneficiaria de los programas de interoperabilidad y de supresión de estrangulamientos de tráfico. Este programa no tiene asignaciones presupuestarias específicas, depende del proyecto y de la línea. De los 100 millones de euros que solicitó el Gobierno español de estos programas, la Comisión le ha asignado 37, según documentación europea a la que ha tenido acceso este diario.

En España, el Ministerio de Fomento no parece preocupado por la financiación europea. El titular de la cartera, Francisco Álvarez-Cascos, dijo hace unos días que a lo largo de 2003 no sólo se aprobarán las declaraciones de impacto ambiental de todos los tramos de la citada línea, sino que también se licitarán las obras. ¿Con qué fondos?, sería la pregunta. Si el AVE valenciano no tiene el respaldo financiero de Europa, deberá financiarse con los presupuestos públicos del Estado. Y ¿qué prioridad tiene el proyecto para Fomento? Según los datos del GIF, ente público gestor de las infraestructuras de alta velocidad, la LAV Madrid-Castilla-La Mancha-Comunidad Valenciana-Murcia no es una de las más adelantadas. Fomento apenas había ejecutado el pasado noviembre el 4% del dinero presupuestado -6,6 millones de euros de un total de 162,76-. La ejecución de la inversión prevista en 2002 para esta línea ocupaba el último lugar de todos los proyectos del GIF.

La licitación y adjudicación de los tramos de la LAV son todavía escasos, a pesar de que Fomento y el GIF han apretado el acelerador en los últimos meses saliendo al paso del retraso de este proyecto. En el Consejo de Ministros del viernes se aprobó la contratación de las obras de un nuevo tramo, el Pobla Llarga-Alzira, de 6,5 kilómetros. Con este tramo son 54 los kilómetros de obra en marcha del tramo Xàtiva-Valencia, y 322 millones de euros el presupuesto comprometido.

Dudas sin despejar

El GIF asegura que habrá fondos europeos y lo mismo repiten desde la Consejería de Obras Públicas de la Generalitat, sin más aclaraciones. Esta línea de alta velocidad -la única sobre la que han existido ocho propuestas de trazado diferentes- presenta más incógnitas. El trazado no será enteramente nuevo -se incorporan los tramos de la red convencional mejorados para la circulación del Euromed (corredor mediterráneo) y el Alaris (enlace con Madrid), entre otros- y tampoco se unifica el ancho de vía. ¿Cómo convivirá la red ferroviaria transeuropea, de ancho internacional, con la realidad doméstica española? Son dudas que, en opinión de expertos universitarios, no se han resuelto brillantemente. Fomento ha comenzado además la ejecución de la línea por la opción sur, que llega a Alicante, mientras el ramal directo a Valencia desde Madrid por Cuenca, a pesar de las asistencias licitadas ayer, apenas avanza. En cuanto a la velocidad, habrá, según la nueva definición europea, una línea de alta velocidad de entre 200 y 250 kilómetros, alejada de las velocidades punta de 300 y 350 kilómetros del AVE.

Nueve tramos licitados

El Boletín Oficial del Estado publicó ayer la licitación de nueve contratos de consultoría y asistencia para la redacción del proyecto y control de las obras de la plataforma de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Castilla-La Mancha-Comunidad Valenciana-Región de Murcia, en los tramos de Minglanilla-Villargordo del Cabriel, Villargordo del Cabriel-Venta del Moro, Caudete de las Fuentes-San Antonio de Requena, San Antonio de Requena-Requena, Siete Aguas-Buñol, Buñol-Cheste, Cheste-Aldaia, Aldaia-Picanya, y Picanya-Valencia. Estas actuaciones, incluidas en el tramo Motilla del Palancar-Valencia tienen una longitud total de 96,2 kilómetros y un presupuesto de 29,8 millones de euros. Concretamente, el tramo entre Minglanilla y Villargordo del Cabriel, que discurre entre las provincias de Cuenca y Valencia, tiene una longitud de 14,9 kilómetros y un presupuesto de licitación de 4,7 millones de euros; el de Villargordo del Cabriel-Venta del Moro, en la provincia de Valencia, tiene una longitud de 8,6 kilómetros y su presupuesto de licitación es de 3,3 millones de euros; entre Caudete de las Fuentes y San Antonio de Requena, el tramo tiene una longitud de 10 kilómetros y un presupuesto de 2,8 millones de euros; entre San Antonio de Requena y Requena hay 17,2 kilómetros y su presupuesto es de 3 millones de euros. Asimismo, el tramo Siete Aguas-Buñol, tiene una longitud de 11,2 kilómetros y el presupuesto de licitación asciende a 4,3 millones de euros; el de Buñol-Cheste, tiene 9,8 kilómetros y su presupuesto es de 2,7 millones de euros; el de Cheste-Aldaia, con 12,3 kilómetros, tiene un presupuesto de 2,7 millones de euros; el de Aldaia-Picanya tiene 6,4 kilómetros y un presupuesto de 3,3 millones de euros y el tramo Picanya-Valencia, tiene un longitud de 5,8 kilómetros y su presupuesto de licitación es de 3 millones.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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