Johnny Carpenter, actor y profesor de discapacitados
Johnny Carpenter, actor de películas del Oeste de serie B, escritor y productor, pero que se hizo más famoso fuera de la pantalla por su trabajo como monitor y profesor de equitación con las personas afectadas de discapacidad física, ha muerto a los 88 años. Carpenter, cuyo rancho Heaven on Earth (Cielo en la Tierra), montado al estilo del viejo Oeste, albergó a miles de niños con discapacidad durante décadas y le hizo merecer el reconocimiento y la fama, murió de cáncer el pasado 27 de febrero en una clínica de Burbank.
Sus mayores éxitos en el cine vinieron de la mano de cuatro westerns de bajo presupuesto protagonizados, escritos y producidos por él en los años cincuenta: I killed Wild Bill Hickok, Outlaw treasure, Lawless rider y Son of the renegade. "Fue el último en lanzar estas pequeñas películas del Oeste de forma independiente", comentó Boyd Magers, amigo de Carpenter y editor y director de Western Clippings, empresa de películas del Oeste.
A mediados de los años cuarenta, cuando Carpenter tenía un pequeño rancho cerca de Griffith Park, se le acercó un grupo de músicos ciegos que querían aprender a montar a caballo. "Les dije que no sabía cómo enseñar a montar a una persona ciega", comentó Carpenter a The Times en 1995. "Pero insistieron mucho y finalmente les monté en cuatro caballos lentos y viejos, y estuve paseando con ellos dentro de la cerca. Les encantó". Estos hombres, que se convirtieron en habituales del rancho de Carpenter, acabaron aprendiendo a montarse en el caballo de un salto. Según se fue corriendo la voz, recordaba Carpenter, "aparecieron más personas ciegas y discapacitadas que querían montar, así que sencillamente les enseñé".
En 1969 arrendó casi dos hectáreas en Lake View Terrace y las convirtió en el rancho Heaven on Earth. Con ayuda de voluntarios, incluidos bomberos y oficiales de policía de la División Foothill fuera de servicio, construyó una réplica de una ciudad del viejo Oeste, con su salón, su tienda y su cárcel. Durante años, miles de niños del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles y de organizaciones como la Fundación United Cerebral Palsy/Spastic Children's Foundation visitaron el rancho gratuitamente. Pasaban el día paseando por la ciudad del Oeste, montando a caballo y en diligencias, paseando por el campo y comiendo hamburguesas hechas en barbacoas. Carpenter también se unía a los especialistas que actuaban para los visitantes discapacitados.
Carpenter sabía perfectamente lo que era luchar contra problemas físicos. Su nombre era Jasper Carpenter, y nació en 1914 en la pequeña ciudad de Debinsville, en Arkansas, donde aprendió a montar a caballo en la granja de su padre. Pero su pasión era el béisbol. A los 18 años, como miembro del equipo de la Universidad de Arkansas, pasó a la Liga del Sur y se iba a unir a los Chicago White Sox en 1936. Pero ese año se lesionó gravemente en un accidente. Se rompió la pierna izquierda por siete partes, se partió la espalda y sufrió varias lesiones internas. Pasó 119 días en el hospital con el cuerpo escayolado, y allí concluyeron todas sus oportunidades de desarrollar una carrera profesional en el béisbol. A principios de los años cuarenta, Carpenter y su hermano Frank vivían en Los Ángeles. Johnny Carpenter encontró trabajo en un establo y rápidamente su talento para montar a caballo atrajo el interés de los estudios cinematográficos. Como especialista, Carpenter montó a caballo en la carrera Grand National en National Velvet, la película protagonizada en 1944 por Mickey Rooney y Elizabeth Taylor. Por aquellos tiempos empezó a hacer pequeños papeles en películas del Oeste de bajo presupuesto, como Navajo Trail, protagonizada por Johnny Mack Brown, y en El Paso Kid, protagonizada por Sunset Carson; después logró papeles más importantes en películas como Badman's Gold.
Carpenter declaró a The Times que financiaba el rancho Heaven on Earth con sus propios ahorros, con trabajos esporádicos como herrar caballos, y con donaciones de particulares y organizaciones cívicas.
Con los años, Carpenter recibió el Premio Jefferson del Instituto Estadounidense de Servicio Público y cartas de elogio del entonces gobernador de California, Ronald Reagan, de Pat Nixon, del alcalde de Los Ángeles Sam Yorty y de otras personas importantes en la vida estadounidense. "He obtenido mayor satisfacción con mi rancho para niños discapacitados que con ninguna otra cosa. Todo lo que tengo lo llevo conmigo. Pero gracias al rancho me puedo levantar todas las mañanas y salir por la calle como un rey. Si voy al cielo será gracias a estos niños," comentó Carpenter a Reader's Digest en 1982.-
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